Loco, ¿qué pasa, Loco?
El 10 de marzo de 2002, Erick Delgado debutó en Primera División y ciertamente no fue como lo soñó: si bien Cristal goleó por 3-0 a Coopsol, el arquero fue expulsado. “Pensé que no volvería a tapar”, me confesó el ‘Loco’. Pero Paulo Autuori confiaba ciegamente en él, y a los 4 días tuvo su estreno internacional: fue titular ante Nacional en Montevideo, por la Copa Libertadores. Puede decirse que fue su revancha, pese a la derrota por 1-0: fue la figura del partido.
Delgado nació y se crió en el Rímac, y a los 10 años llegó a Cristal. Conoce a la perfección el club, y hasta representa lo que significa la ‘Raza Celeste’: no darse nunca por vencido, pelear hasta el último, poner el pecho en la adversidad. Buscar ser diferente al resto. “Puedo caerle antipático a mucha gente, quizá porque siempre soy sincero y digo lo que siento”, añade para describirse.
Vidas paralelas
Un detalle adicional, que no puede dejarse de mencionar, es que el ‘Loco’ fue campeón en su primera temporada en Primera División, tal cual pasó con el club cervecero, allá por 2002. “Soy hincha de Cristal, estoy muy identificado. Siempre voy a dejar la puerta abierta a la opción de regresar”, dijo varias veces el ‘Loco’ aunque ahora, previo a la final 2014, cambie un poco el discurso: “Hay que ser realistas y sinceros: es difícil que regrese”.
Nadie sabe para quién trabaja
Con Cristal, Delgado ganó tres veces el Clausura, dos el Apertura y suma tres títulos nacionales. La hinchada celeste lo tiene como un ídolo del club, el gran referente. Pero eso no pesó a la hora de ver su continuidad: tanto en 2009 como en 2013, los cerveceros lo dejaron en libertad, y Juan Aurich lo acogió.
“Me fui fastidiado, con sentimientos encontrados”, contó el ‘Loco’ tras su primera salida del club que sigue considerando su casa. “Hace dos años, Roberto Mosquera y yo estábamos del otro lado, pero ahora nos debemos a Aurich. Sé que hay mucho morbo, pero no quiero hablar tanto: toca ponerse a jugar nada más”, dijo recientemente en El Comercio.
El tiempo cura heridas y te hace madurar, y ahora se ve a un Delgado que evita las polémicas. Quiere dar de qué hablar por lo que hace en la cancha, y no afuera. Aunque, claro, tiene ganas de tener una nueva revancha en el fútbol. Una que nunca pensó tener, y de la que no es necesario que hable: basta con conocer su personalidad, su mentalidad ganadora, para saberlo. Y en Cristal, mal que les pese ahora, lo tienen muy en cuenta de cara a una final en la que lo tienen al frente: ellos lo formaron así. Con raza ganadora, con ganas de ser distinto, el mejor.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: Michael Carrión / prensa Inti Gas