Ilustración: Lenin Auris / DeChalaca.com

La madurez le sienta. Porque después de haberlo visto surgir en el fútbol, driblear, encantar, fintear pero serle esquivo al tiro final, alguna vez hubo dudas de que llegaría lejos. Se fue temprano al exterior, sin haberse consagrado del todo localmente; le asentó Portugal por ser un fútbol para hombres que van por los costados, ideal para los desequilibrantes como él. Pero fue la Premier League inglesa la que, con sus altos estándares, le permitió saldar la cuenta pendiente: atreverse a disparar al arco. El tramo final de la Eliminatoria y sobre todo, los prolegómenos al Mundial, lo encontraron convertido en todo un rematador. Y por eso en Sochi, un 26 de junio de 2018, metió su nombre y apellido en la historia del fútbol peruano para la eternidad. Hoy, André Carrillo es por largo el jugador peruano con mayor categoría. Eso se nota en partidos como el jugado ante Paraguay, en el que su aporte es más de inteligencia, de dinámica, de soporte al colectivo que de algún regate que despierta deleites del público como el que ensayó en el complemento. Porque la 'Culebra' hoy es más productiva que meramente vistosa.

Ilustración: Lenin Auris / DeChalaca.com


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