Tito, el DT
‘Tito’ Drago colgó los botines cuando una época se cerraba en el fútbol peruano: en 1965, el campeonato profesional jugó su última edición centralista; un año más tarde, con ‘Tito’ lejos de los campos, se disputó el primer Descentralizado.
Pero, así como el fútbol peruano se adaptó a los nuevos tiempos, Drago Burga buscó de inmediato una nueva faceta: la de entrenador. El primer club que le lanzó el buzo, sin embargo, no fue su amada ‘Academia’: Sport Boys fue el que lo contrató como nuevo técnico.
En aquel Descentralizado 1966, Boys peleó palmo a palmo el campeonato con la ‘U’: tras un arranque espectacular, el equipo que conducía José Chiarella comenzó a declinar y, tras un breve interinato de David Rodríguez, ‘Tito’ recibió la misión de reencaminar al equipo en la segunda rueda. Su debut fue en la fecha 17, el 18 de diciembre del 66: triunfo 1-2 sobre Centro Iqueño. Le siguió otra victoria (1-0 sobre Atlético Grau). Al final, Drago redondeó cinco triunfos, dos empates y tres derrotas: Boys perdió el título, pero, como consuelo, clasificó por primera vez a una Copa Libertadores, donde ya no sería dirigido por Drago, sino por otro ídolo de ‘Muni’: César Brush.
Las pizarras del amor
La segunda aventura de Roberto Drago como entrenador sí fue con su cuadro más querido, aunque en un contexto nada feliz: en 1967, Municipal echó a dos técnicos (Roberto Reinoso y Juan Mostorino) hasta marcar el número de ‘Tito’ y pedirle lo que ya parecía un imposible: salvarlo de caer en Segunda.
Algunos dirigentes de Municipal llegaron a difundir que Drago volvería a vestirse de corto y cumplir doble función, pero ‘Tito’ impuso la ética: tenía 43 años, ya se había asumido como exjugador y solo intentaría salvar a los ediles como técnico. No lo consiguió: el viernes 15 de diciembre de 1967, Municipal perdió 3-1 contra Defensor Lima y un día más tarde, con el empate 1-1 entre Sporting Cristal y Mariscal Sucre, quedó decretado el primer descenso en la historia de la ‘Academia’.
Pero ‘Tito’ no perdió crédito ni mucho menos cariño: en esas circunstancias difíciles, la relación Drago-Municipal se hizo más fuerte y quizá más intensa: el ídolo se quedó para seguir dirigiendo a Municipal, esta vez en Segunda. Entre el polvo del San Martín de Porres, Hugo Sotil hizo diabluras que se convirtieron en leyenda y Muni, con Drago como silencioso guía, se consagró campeón del ascenso en 1968. El regreso se selló el 13 de octubre, con una victoria 3-2 sobre Sacachispas del Callao.
El idilio Drago-Municipal se hizo inseparable por mucho tiempo: un lustro entero permaneció ‘Tito’ como el DT de la ‘Academia’, con mucho protagonismo. En 1969, perdió la clasificación a la Libertadores en un desempate contra Defensor Arica; en 1970, accedió a la liguilla por el título; y en 1971 terminó quinto, también en la pelea. Drago dejó Municipal a mitad de 1972, luego de terminado el Regional; en su reemplazo llegó el brasileño Zózimo.
Caminos cruzados
La trayectoria de Drago como entrenador no fue muy dilatada ni congrega muchos equipos en su CV. Los cinco años siguientes estuvo alejado de los buzos. Hasta que, en 1977, reapareció en Atlético Chalaco, donde cumplió campañas regulares y permaneció hasta principios de 1979. En ese mismo año, realizó su última campaña en Primera: no podía ser en otro club que no fuera Municipal.
Municipal había quedado undécimo en la etapa regular y caído a la liguilla por el descenso, que arrancaba con puntaje desde cero: los ocho últimos tuvieron que enfrentarse entre sí. Drago llegó con uniforme de bombero y esta vez, el fuego se diluyó, aunque con enorme esfuerzo.
Según las Bases, los tres últimos de la liguilla disputaban un triangular por la baja. Recién en la última fecha, el 26 de enero de 1980, Municipal logró escapar del fantasma: ganó 1-2 a Bolognesi en Tacna y aprovechó la derrota de León en Huacho contra La Palma (2-0). Los ediles terminaron en el puesto 13° y zafaron del temido triangular, donde cayeron CNI, La Palma y León, descendiendo este último.
Luego, los caminos que siempre se habían cruzado, emprendieron rutas distintas. Municipal fue declinando con el avance de los años hasta hundirse entre el caos económico y los apremios deportivos. Drago decidió alejarse de los primeros planos y entregarse a su academia de menores. Pero la identificación y el cariño nunca menguó: bien lo saben Drago y esa ‘Academia’ que lleva en su piel de noventa años.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Foto: Facebook; Recortes: diario La Crónica
escrito por Victor Rivera , July 29, 2013
escrito por mencheli , July 29, 2013
escrito por José A. , July 29, 2013
Grande Tito, grande carajo!
escrito por Miguel Llanos , May 21, 2019
TENGO EL ORGULLO DE HABER TRABAJADO A SU LADO EN SU ACADEMIA Y CONOCER A UN VERDADERO GUÃA EN MI PROFESION.
SIEMPRE CONTANDO SUS ANECDOTAS Y VIVENCIAS QUE ENRIQUECIERON MI TRABAJO. GRACIAS A EL PUDE APRENDER MUCHO DE FUTBOL.
NO ALCANZAN LAS PALABRAS PARA EXPRESAR MI GRATITUD Y EMOCION DE TANTAS COSAS BUENAS QUE APRENDI JUNTO A UN GRAN PERSONAJE DE LA HISTORIA DE NUESTRO FUTBOL.
TITO MERECE UN RECONOCIMIENTO ESPECIAL POR SER EJEMPLO DE PERSONA QUE DEDICO SU VIDA AL FUTBOL Y A TRANMITIR SUS ENSEÑANZAS A MUCHOS JOVENES QUE HOY SON DEPORTISTAS DE ALTO NIVEL.
GRACIAS POR TODO DON TITO DRAGO.