Con P de Pocho
No fue el más analítico, no tuvo la prosa más cuidada ni fomentó un perfil de seriedad. Pero, sin esos dones, Alfonso ‘Pocho’ Rospigliosi se las arregló para convertirse en el periodista deportivo más trascendental que tuvo el fútbol peruano. Acaso porque fue el que mejor lo entendió como espectáculo. Si una leyenda dice que ‘Lolo’ rompía redes, hay otra igual que dice ‘Pocho’ te llenaba un estadio. El próximo 14 de octubre de 1988 se cumplirán 25 años de su temprana partida, sin haber llegado a la base seis: ya eran tiempos difíciles, muy difíciles, pero cuanto menos no vio cómo el fútbol peruano terminaba en la lona.
La efeméride coincide con días tristes, con una escala en Buenos Aires que trajo una nueva derrota y con el anuncio, ante el inminente corte del proceso, de un futuro más que sombrío. ‘Pocho’ vivió en tiempos mejores y es inevitable no pensar que hubo casualidad o causalidad en su crecimiento profesional y el despegue que tuvo el fútbol peruano. En los cincuenta, ya su pluma -enredada, barroca y abundante en descuidos sintácticos- era capaz de enfervorizar al más desapasionado. Como ejemplo, hemos decidido realizar la transcripción abreviada de unos fragmentos de la que muchos de sus colegas y amigos juzgaron su mejor crónica: un 2-2 contra Argentina anterior al de La Bombonera; un 2-2 en Santiago de Chile, por el Sudamericano de 1955. Llevó como título “Perú… Perú… Perú… Perú… Perúuuu…” y arrancó con ocho signos de exclamación consecutivos. Si alguna vez se dijo que ‘Pocho’ era más hincha que periodista, esta crónica no lo desmiente.
¡Noche del 16 de marzo! ¡Qué grande has sido! ¡Cómo quedarás grabada en el recuerdo!
¡Qué jornada, amigos del Perú! ¡Qué momentos los vividos! ¡Olvidemos un momento la pluma, el deber periodístico, los datos del partido, el enjuiciamiento, el barómetro, el ranking, la coctelera! ¡Olvidémoslo por un instante! ¡Voy a hacer este artículo con la mirada puesta en la bandera rojiblanca que flamea más orgullosa que nunca en el mástil del estadio Nacional de Santiago de Chile! Con la imagen de todo lo hecho por esos peruanos que fueron más peruanos que nunca la noche del empate contra Argentina. Y que jugaron con una calidad extraordinaria. Con la mente fija en el rectángulo verde, donde los ‘cholitos’ del Rímac dominaron a los maestros del Plata y les dieron una lección de lo que es fútbol y pundonor.
¡Qué fútbol, amigos! ¡Qué dominio! ¡Qué risa cuando (Óscar) ‘Huaki’ (Gómez Sánchez) dejaba en el suelo a Lombardo! ¡Qué saltos cuando (Guillermo) Delgado salvaba de chalaca! ¡Qué alegría cuando (Alberto) Terry se dribleaba a media defensa argentina! ¡Qué orgullo cuando (Carlos) Lazón controlaba al wing Cruz! ¡Qué momentos! ¡Cómo se repitieran!
¡Perú… Perú… Perú…! Gritaba un grupo de quince o veinte en un extremo del estadio. Eran peruanos. Lucían una gran bandera rojiblanca. Yo en la caseta de Radio La Crónica. Había empatado Perú 1 a 1 por gol de Gómez Sánchez. No pude más. No podía frenar mi entusiasmo, mi alegría, mi orgullo, mi afición futbolística. Bajé a las graderías. Diez metros más allá y estaba al lado de seis peruanos. Vino otro. Éramos siete. (Cornelio) Heredia dominaba a Cecconatto. Vino otro. Éramos ocho. Delgado rechazaba con calidad. Uno más. Ya éramos nueve. (Luis) Navarrete disparaba. (Máximo) Vides (Mosquera) hizo su bicicleta. (Roberto) Tito (Drago) pasó la pelota por entre las piernas de Sola. Llegamos a ser doce. Y dale que dale. ¡Perú… Perú… Perú! ¡Estaba jugando el Perú! ¡Se olvidaba uno de todo. Se olvidaba de que estaba lejos la patria, de que el rival era Argentina, que hacía frío, que no había movilidad para el hotel. ¡No importaba!
¡No había gargantas! ¡Todos de pie! Hasta los chilenos. Los argentinos se miraban entre ellos. No podían creer que era verdad lo que veían.
¡Qué partido, amigos! ¡Qué noche de gala para el fútbol peruano! ¡Qué valentía para reaccionar! Hizo gol Ceconatto. ¡Mudez en el estadio! Y cuando pareció que Perú se echaba de nuevo: Tito a Vides, Vides a Huaqui, dribling a Colman, disparo a Musinesi. ¡Así jugaba Perú! ¡Como nunca antes jugó, ni nunca más jugará!
Ya no éramos doce los que gritábamos. Éramos 30 mil. Pero, 29 mil, porque habrían mil argentinos que se comían las uñas en el Estadio. ¡Perú… Perú… Perú! Rojos por la fuerza con que gritábamos. Ronco como el que más. Alegres como unas pascuas. ¡Y se perdía 2 a 1!
De pronto, toma Tito, a (Germán) Colunga, a Navarrete, este centra sobrándose, entra a la carrera Gómez Sánchez y de izquierda dispara cruzado. ¡Golllll peruano! ¡Gollll de Huaki! ¡Hasta en Lima deben haberse oído nuestros gritos de gol!
¡Y otro disco! Terry a Vides, Vides a Tito, Tito a Terry. ¡El trío mágico! Mandrake contra Argentina! ¡Qué fútbol! ¡Qué River! ¡Qué Millonarios ni qué Vasco! ¡Perú… Perú… Perú!
Terminó el partido. Bajamos las gradas. ¿Las gradas? ¡Por las bancas, entre el público, cantando el Himno Nacional, pese a los palos de los carabineros. Estábamos a 20 metros del campo. Ya llegábamos al césped. Uno lo besa, otro se resbaló, no supo que estaba algo mojado. Otro corrió a besar a Gómez Sánchez, uno más le quitó la gorra a (Luis) Suárez, Terry se quedó sin número. Todos cantaban: ¡Perú… Perú… Perú!
¡Noche del 16 de marzo de 1955! ¡Ojalá que vuelvas!
Ojalá. Ojalá.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diario La Crónica
escrito por Rodrigo , October 13, 2013
escrito por mencheli , October 13, 2013
escrito por Alfredo Velapatino , October 13, 2013
escrito por lolo de caujul , October 13, 2013
escrito por Marco , October 13, 2013
escrito por CARLOS ENCISO , October 16, 2013
IncreÃble....como vuela el tiempo. ¡25 años! del aciago Adios del Maestro. Aquel viernes en la tarde, presentes en la ClÃnica Tezza, anhelábamos la buena nueva de que habÃa superado la afección que dos dÃas antes lo habÃa llevado. Hasta el miércoles, reposaba en su casa de la Av. del Sur en Chacarilla. Junto con Lucho Ossio alentábamos a su fiel esposa y compañera Gladys la esperanza del milagro de su mejorÃa....Lamentablemente al anochecer dejó de existir, se apagó la vida de Carlos Alfonso Rospigliosi Rivarola el querido e inolvidable "Pocho", el predestinado para dividir la historia del periodismo deportivo peruano...en un Antes y un Después.
¡25 años!
Evocar mil y un pasajes compartidos, se agolpan en mi mente y corazón. Tuve el honor de ser su pupilo y amigo. Desde los tiempos en que La 3ra. de La Crónica se redactaba e imprimÃa en la 6ta. cuadra de la Av. Tacna (hoy local de Totus) hasta su partida a la inmortalidad. Treinta años. 25 de ellos juntos en La 3ra. en cuyos inicios junto con Lolo Salazar, Littman Gallao, Raúl Dreyfus, Gabriel Martel, Samuel Bermeo, Lucho La Torre, etc. En Ovación radio desde su fundación el 12 de noviembre de 1964 y el Nuevo Extra desde 1978 junto con Guido Monteverde, Augusto Ferrando, Alfonso "Pocho" Delboy etc, hasta su paso a El Comercio en 1981 heredándole la jefatura en el Nuevo Extra y seguidamente en Expreso.
¡Como no haberlo conocido y gozado...como no haber atestiguado todas sus creaciones periodÃsticas en el diario, radio y TV con su incomparable "Gigante Deportivo".
Por todo ello, gracias "Dechalaca.com" por la justicia de estas evocaciones sobre el histórico e inolvidable Maestro "Pocho" Rospigliosi.
escrito por Alfredo velapatino , September 24, 2015
escrito por Nelson Pajares Vergara , March 23, 2019
escrito por Nelson Pajares Vergara , March 23, 2019
escrito por Calixto Oswaldo , March 23, 2019