Sí aguanta pulgas
Venezuela cayó en Maracaibo por un claro 0-2 frente a una Argentina que nunca se decidió a apretar el acelerador y terminó convirtiendo el esperado partido en un cotejo flojo y sin emociones. Los goles del equipo de Basile fueron marcados por Gabriel Milito y Lionel Messi, quien pese a fallar una ocasión muy clara sobre el final fue la manija esperada por la albiceleste.
Cuando jugaba la selección argentina en la pasada Copa América los propios venezolanos hacían que pareciera local, e inclusive iban a los estadios enfundados en la camiseta albiceleste. A diferencia de ese tiempo, el siempre especial ‘Pachencho’ Romero de Maracaibo se veía la noche de este martes completamente cubierto de color vinotinto.
Antes del partido, varios auspiciosos conocedores del fútbol comentaban que Venezuela podía dar la sorpresa en el inicio de esta segunda fecha. Y tal vez pudo darse el caso, pero la superioridad implícita del juego argentino a pesar de no lucirse y ser errático en varios momentos del partido contribuyó a que la victoria sea albiceleste. Un técnico de la filosofía Alfio Basile no debe estar del todo contento con la forma cómo están afrontando sus jugadores los encuentros. El fútbol mostrado por los gauchos no es siquiera igual al que exhibieron en la pasada Copa América, cuando fueron ampliamente superiores a sus rivales salvo en la final. Puede tener que ver la ausencia de Juan Sebastián Verón en el equilibrio del mediocampo o la falta de un '9' neto como Hernán Crespo. Quién lo sabe.
Tras el silbatazo final del árbitro Carlos Simón, Argentina pudo concluir en términos positivos que Lionel Messi dejó la tibia actuación de la pasada fecha y se mostró tan imparable como juega en el Barcelona. Por ello marcó un golazo encarando y haciendo una diagonal mediante la que dejó atrás a los defensores venezolanos para lograr conectar un potente disparó con la pierna izquierda desde el borde del área.
El que desentonó, más bien, fue la figura del Manchester
United, Carlos Tévez, debido al choque entre su costumbre de eludir rivales y la férrea
marca de los venezolanos. En cambio, otro que siguió sobresaliendo para hacer obligatorio calificar su
desempeño entre "muy bueno" y "genial" es el hombre que sigue imparable en
las pelotas paradas: Juan Román Riquelme. Esta vez, lanzó un estratégico centro
al corazón del área venezolana para que el zaguero Gabriel
Milito impactara el balón de cabeza y pusiera el primero de la noche.
En tanto, la selección dirigida por Richard Páez tampoco pareció sentirse obligada a derrotar a su similar argentina de la noche a la mañana. La
evolución que ha seguido el fútbol venezolano es para quitarse el sombrero. Por
ciertos lapsos del juego Venezuela era amplio poseedor de la pelota, algo que hace diez
años era imposible de concebir: hablar de que algún equipo venezolano manejara más el partido que otro equipo argentino, era hablar de sueños. 
Hoy
lo demostraron en algunos pasajes del encuentro gracias a que a que la
mediacancha estaba controlada por Rougá y Mea Vitali., con buena
precisión en los
toques pero erráticos al buscar la profundidad necesaria para ser
agresivos
en ataque. Arango fallaba las pocas veces que estuvo frente al arco y
Maldonado tuvo algunas arremetidas, pero anduvo poco afortunado en los
remates
Cuando
los argentinos sabían que los venezolanos no la metían ni con las manos,
empezaron a cuidar el resultado controlando la pelota por todos los sectores de
la cancha. En sí, fue un partido aburrido pero que dejó ver algunas
individualidades de buen fútbol.
Con esta victoria la selección argentina tiene puntaje perfecto, cosa que no obtuvo en la Eliminatoria pasada al empatar con Chile 2-2 en la primera fecha. Y considerando que la albiceleste juega este certamen dando por entendida la clasificación y más bien concentrada en mantenerse siempre por encima de su rival de siempre, Brasil, eso es un buen síntoma.
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