Es en serio, che
Con golazos de tiro libre de Juan Román Riquelme -el mismo que no era considerado por Marcelo Bielsa-, Argentina sumó sus primeros tres puntos en la carrera rumbo a Sudáfrica 2010. Chile complicó más de lo esperado solo hasta antes de los tantos del ‘Topo Gigio’. Quedó claro que esta versión albiceleste es cosa seria de cara al próximo Mundial.
Había fantasmas sobre el estadio de River Plate. No por las batallas ahí desarrolladas, sino por el pasado inmediato, en pagos venezolanos, en el fracaso de la final de la última Copa América. Algo de desconfianza por el propio equipo local, algo de temor por la capacidad de plantear algo complicado de parte del ex de la casa.
Así, mientras el argentino sentado en la banca local buscaba resarcir su nombre de los últimos resultados para su equipo, el argentino sentado en la banca del equipo visitante pretendía amargarle la tarde a su anterior equipo. 
Y es que si hay algo que resaltar de este sábado en cancha del barrio bonaerense de Nuñez es justamente los primeros 20 minutos de juego planteados por Marcelo Bielsa. La ‘Roja’ estableció un esquema que no dejaba respirar al equipo argentino. Se notaba en los rostros albicelestes cierta incomodidad en no encontrar los caminos al gol.
Arturo Vidal dio la primera clarinada de alerta en el arco de Roberto Abbondanzieri. Pero Argentina respondió, y Riquelme probó desde fuera del área, Luego Humberto Suazo respondió, pero no concretó. Argentina dominaba pero era muy pasivo, y Chile complicaba lo suficiente como para alterar la calma en Núñez. Fue entonces cuando Juan Román Riquelme sacó uno de los conejos de su galera para derrochar calidad y técnica en el primer tanto del equipo argentino. Un soberbio tiro libre que dejó estático al correcto arquero chileno Claudio Bravo.
Fue este gol el que dio un punto de inflexión al manejo del equipo chileno, que empezó a desarmarse. Si el equipo de Alfio Basile se encontraba desconcertado antes del primer gol, luego de este los de Bielsa no sabían qué hacer. Riquelme, en cambio, sabía que debía reiterar la generación de una falta al borde del área. Y lo logró. 
Si el primer gol fue digno del aplauso, el segundo fue motivo de completa alabanza de parte del estadio riverplatense. Román, con ese tanto, logró terminar de masticar y disfrutar su bronca pasada con el seleccionador que no lo consideró para Corea- Japón 2002 cuando era el encargado del equipo mayor argentino.
Para el local todo se hizo más fácil en el segundo tiempo. Ni Marcelo Salas, quién ingresó en el inicio del segundo tiempo y recibió la capitanía de parte del meta Bravo, ni Hugo Droguett fueron la solución esperada por Chile. La expulsión del ‘Guaso’ Álvarez facilitó el juego a los albicelestes, que por momentos daban cátedra de ballet futbolístico y al no conseguir el tercero producían la sensación de que le perdonaban la humillación a Bielsa como señal de respeto.
Argentina es una constante cantera de buenos jugadores. A falta del ex capitán Roberto Ayala, está Martín Demichelis. 
El ex compañero de Claudio Pizarro y Paolo Guerrero en el Bayern Munich se lució en las coberturas y anticipos durante todo el partido. Además, el ingreso del ‘Kun’ Agüero por un luchador Carlos Tévez sirvió para demostrar que el equipo tiene en el banco una fiera que está esperando su oportunidad para quedarse con el puesto. Un lujo que solo los cuadros realmente grandes pueden darse.
Quedaron dos ideas muy fuertes para lo que serán las fechas posteriores de la competición. Argentina es el equipo candidato de siempre; es el obvio primer clasificado de las Eliminatorias que está cinco escalones arriba del resto de equipos de la región, sin tener en cuenta a Brasil. En tanto, Chile, de la mano de Marcelo Bielsa, amenaza con ser un animador de esta competencia pese a la derrota. En la medida que los jugadores entiendan los conceptos del técnico y se amolden a su planteamiento, se puede esperar más de un aprieto para el resto de equipos de la región.
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