Chile - Venezuela: Rueda y rueda la vida
La frecuencia: CMD
Como los canales de señal abierta estaban con el Argentina - Brasil, el partido llegó en vivo por el cable con narración de Jorge Kieffer y comentarios de Jaime Duarte. El único inconveniente fue ajeno a ellos: un paraguas no dejaba visualizar del todo los ataques chilenos por banda izquierda –parte inferior izquierda de la pantalla-, dado que el compromiso se desarrolló bajo una copiosa lluvia.
La pizarra: Candado y novedades
Farías supo plantear el partido. Era evidente que Chile saldría a por todas y por ello alineó dos líneas de cuatro, aunque por momentos formaba un cuadrado en el medio sector. Con el correr de los minutos, Rincón y Seijas iban asumiendo una tarea mucho más ofensiva, por lo que Lucerna y Di Giorgi quedaban en la contención. Por su parte, el sistema que empleó Bielsa sorprendió a muchos: pasó a jugar con cuatro defensores en lugar de tres, y más adelante quedaban Isla y Carmona, aunque cuando Chile atacaba el primero desbordaba para apoyar al tridente ofensivo. Matías Fernández, como siempre, manejó los tiempos.
Los cambiazos: Un golpe sicológico
Al término de la primera etapa, todos los aficionados presentes quedaron boquiabiertos, ya que Venezuela ganaba sorpresivamente a una selección mapocha que se había puesto por delante en el marcador, pero que se confío y se relajó. Bielsa envió para la segunda parte a Rodrigo Millar y Fabián Orellana, el primero con una vocación más ofensiva que Carmona y el segundo un delantero habilidoso. Con esto, Beausejour retrocedió unos metros. La intención era más que clara: atacar y empatar cuando antes. Y Millar lo consiguió.
El capo: Renny Vega
En el primer tiempo antes de los diez minutos de juego, el meta vinotinto evitó el grito de gol de los locales al despejar un potente remate de Matías Fernández, que habría significado el primero. Lo mejor de su actuación vino en la segunda etapa cuando Chile –totalmente abocado al ataque– desvío varios disparos de los mapochos. En tiempos en que lo acecha la sombra del emergente Romo, Vega fue vital para que los visitantes se llevaran un punto de oro de Santiago.
El extraviado: Claudio Bravo
El guardavallas rojo no tuvo una buena actuación. Los dos goles que encajó fueron en mayor porcentaje responsabilidad de él. El primero de ellos ingresó entre sus piernas y en el segundo –sin desmerecer el magnífico lanzamiento de Rey– pudo haber hecho algo más. Es cierto también que los defensores tuvieron algo que ver: ñas desconcentraciones defensivas fueron claves para que los sureños no consiguieran los tres puntos hoy.
Jailaits
Guerra avisada no mata gente: A los 9', un minuto antes del primero de los mapochos, Matías Fernández avisó mediante un potente remate que Vega despejó al córner; cosa que no pudo hacer Bravo cuando Rey ejecutó aquel magnífico tiro libre cuando el primer tiempo ya expiraba.
Los otros dos: Una desconcentración de los sureños les costó el empate. Arango lanzó un pase por encima de un defensor mapocho y Maldonado de izquierda batió a Bravo a los 33’. La segunda etapa fue totalmente de Chile. A los 52’, después de una pelotera dentro de área vinotinta, Millar quedó solo de cara al arco venezolano para anotar a la postre el empate definitorio.
¿Fue o no fue?: En el epílogo del compromiso, muchos aficionados se quejaron de un penal no cobrado a favor de los chilenos. Eran los últimos instantes y al parecer Ortubé no quiso complicarse más de la cuenta, por lo que simplemente dejó seguir las acciones. Más allá de este incidente, su actuación fue aceptable.
Fotos: Reuters, EFE
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