Brasil - Paraguay: O mais líder do mundo
Brasil, siendo un equipo compacto en todas sus líneas, le ganó 2-1 a Paraguay, un gran rival que será seguramente también un gran representante sudamericano en el Mundial. Pese a empezar perdiendo, la actitud ofensiva de la 'Canarinha' le permitió dar vuelta al marcador y reconfirmar que el proyecto de Dunga ha madurado.
Brasil, pese a golear en el Centenario y romper un maleficio de 33 años, mantenía críticas por parte de su exigente prensa e hinchada. Hoy consiguió un gran triunfo ante una difícil selección que lo ratifica como líder de la zona, para ir con los mejores ánimos a revalidar su título de Copa Confederaciones en Sudáfrica. Dunga deja de ser resistido y el público de Recife se empezó a divertir con el jogo bonito. Sudamérica sonríe: ha vuelto un Brasil que ya no depende de sus individualidades sino que juega como equipo, y que también cuenta con algo de la suerte del campeón que siempre fue.
Yo me lo guiso, yo me lo como
Paraguay empezó a aguantar el partido desde atrás, cerrando espacios y amontonando marcadores. Arriba, junto a Martínez, lucía a un delantero que siempre complica pese a no tener el biotipo ideal: Salvador Cabañas engaña a todos y puede regatear como el más atlético y dar pases como el más ágil. Solo frente a los gigantes brasileños, se abría espacios y así provocó el tiro libre del primer gol. Él mismo lo pateó y gracias a un desafortunado rechazo de Elano la pelota le fue imposible a Julio César, para desatar el delirio guaraní.
Sin presión, sin desesperación
Los presentes en el 'Arruda' no se enfadaban al ver a su selección abajo en el marcador; sabían que estaba atacando y que la actitud era la correcta. Por ello, avanzando metros y abriendo huecos empezaron a asustar el arco de Villar. Dani Alves lo hacía desde lejos y Robinho tras amagar, y sería una acción de ambos la que originaría el empate. Un milimétrico pase al segundo palo para el hombre del Manchester City fue bien empalmado de zurda para tranquilidad brasileña antes del descanso.
La suerte del pentacampeón
Volviendo del descanso, Brasil empezó a buscar el desequilibrio. No necesitó hacer cambios para ello; nuevamente un pase de un defensa, en este caso Felipe Melo, cayó en Nilmar, quien tras un rebote y gran fortuna solo tuvo que definir en la segunda jugada para poner el segundo. El delantero del Internacional respondía así a la confianza de Dunga, que lo prefirió en el once inicial antes que a Pato- El gol le dio confianza y dejó a Brasil como más le gusta jugar.
Ven, que de contra te liquidó
Ya con el marcador a favor, Brasil empezó a dar rotación a sus jugadores. Entró Ramires por Elano para dar más marca al mediocampo. En Paraguay tuvo que entrar Aquino, puesto que el resultado obligaba a Martino a buscar adelante. Las líneas se distanciaron más y el partido gano espacio. Brasil empezó a jugar a su estilo, de contra y con un Kaká imparable en zancadas. El nuevo fichaje del Madrid quizá fue muy generoso al concluir las jugadas, pues prefería dar las asistencias ante un Robinho apresurado por marcar su segundo gol y un Pato poco afortunado.
Derrotado con dignidad
Es cierto que el resultado final de un partido es la consecuencia de innumerables factores, entre los cuales la suerte predomina notablemente. Un equipo puede ganar, empatar o perder; pero si su hinchada ve que la actitud fue la ideal, sabe que los resultados llegarán solos. Así, si bien Paraguay perdió por segunda vez consecutiva, como nunca lo había hecho en las Eliminatorias, su gran campaña le permite mantenerse en el tercer puesto. Seguramente se recuperará y el equipo de Martino conseguirá el objetivo de la clasificación. Los méritos ya los tiene ganados hace rato.
Fotos: EFE, AFP
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en el subtitulo deberia decir "la suerte del PENTACAMPEON" ya que brasil es 5 veces campeon del mundo.