Chile - Argentina: Arde el bife...
Hace unos meses se mandó una superchalaca en las alturas paceñas. Hoy también salió de su zona para empujar a Chile a un triunfo histórico. Es Gary Medel, el zaguero que ya es caudillo, capitán sin cinta y guerrero incansable. Que se proyectó por derecha y se la puso precisa a Orellana para el gol. Que sacó el balón de la línea en la segunda y última arremetida de Messi. Que se cargó la noche al hombro.
Locas discusiones
Que el fútbol moderno o el antiguo. Que Bielsa o Basile. La discusión se reinventó por los adoradores de viejas disputas (menottistas vs. bilardistas), cuando la verdad es más llana y silvestre: hay planteamientos efectivos y hay planteamientos equivocados. Hoy Bielsa se arrimó a lo primero y volvió a silenciar a detractores que quisieran verlo en un sanatorio mental. A Basile le pasó lo segundo y se le vienen meses de críticas y especulaciones. Si es que aguanta el cargamontón hasta marzo, claro está.
Vacila Basile
Falló Basile al no plantear un esquema que fuera capaz de sustituir al discutido Riquelme. He ahí la principal diatriba que viene sufriendo al técnico albiceleste: depender en exceso de un jugador que, al margen de salvar un par de partidos a balón parado, no la ha "destrozado" como su talento obliga. Hoy Messi estuvo de enganche y se nubló. Agüero bajó demasiado y se trabó. Y Milito, nueve neto, fue un homenaje a la inoperancia.
Demasiado nombre
No hubo genialidades de Messi (lo mejor que ofreció fue un quiebre antes del descanso que Bravo controló con no poca dificultad), pero tampoco funcionó el resto del engranaje. Un hombre clave como Mascherano, como nunca, no estuvo notable. Cambiasso anduvo irreconocible y fue poco apoyo para Ledesma, lo mejor de esa volante. Zanetti retomó la lateral derecha solo con regularidad. Al otro lado, Heinze fue una puerta abierta. La zaga salvó lo que pudo, aunque sintió la prematura salida de Burdisso.
Choque y fuga
La jugada que les dolió a todos (choque de cabezas entre Mark González y Nicolás Burdisso) obligó a ambos técnicos a la variante temprana, y la ruleta le apuntó a Bielsa. Porque el ingreso de Droguett permitió que Chile ganara marca en mediocampo y soltara a Beausejour, muy contenido. Fue clave porque, con zagueros que de pronto de lanzan al ataque cual carrileros, encontrar contrapesos defensivos que tapen huecos es piedra angular de la propuesta bielsista. Por eso brilló también Marco Estrada, el seis que viste la '13'.
Chupete agrio
Lo pudo cerrar un disparo de Matías Fernández que raspó el palo. También el misil de Droguett que ‘Cata’ Díaz despejó de la raya. Pero fue Humberto Suazo el que pudo darle la estocada al cuadro de Basile. Tuvo al menos tres claras que sus chimpunes, contagiados de nerviosismo, dilapidaron de forma desesperante. Lo salvó su actitud combativa y su temperamento latoso, suficiente para fastidiar a los argentinos. Aunque, finalmente, los once de Basile le deben la vida al ‘Chupete’. Si estaba preciso, el triunfo histórico venía con goleada. Y ahí sí la parrilla no la apagaba nadie.
Fotos: FIFA.com / AFP