Le ha tomado el pulso
Como en los últimos años, bajo la filosofía del menos a más, Venezuela ganó un valioso punto frente a Uruguay en el Centenario y sacó así ventaja moral y en posiciones frente un rival directo por un cupo a Sudáfrica. Los charrúas abrieron el marcador y tuvieron posibilidades de ganar, pero la 'Vinotinto' pegó en el momento indicado y puso el cerrojo al 1-1.
Fotos: EFE
Desde hace mucho que lo de Venezuela no es casualidad, inclusive el reciente triunfo por 2-0 en un partido amistoso contra Brasil. La 'Vinotinto' hoy es un dolor de cabeza para cualquiera, porque presiona donde debe, mide sus espacios, reconoce sus limitaciones y a partir de ahí lustra el talento individual que también tiene y que es encabezado por Juan Arango.
Es así como en el Centenario, César Farías, joven estratega que toma la posta de Richard Páez, ha demostrado ser el actor ideal para continuar con el proceso in crescendo y ratificar además así que a sus 35 años de edad ya conocía lo que es ser una molestia para los uruguayos. En la Copa Libertadores 2004 logró llevar al Deportivo Táchira hasta los cuartos de final y para ello tuvo que dejar en el camino (3-0 incluido) al Nacional de Montevideo.
CORAZÓN CHARRÚA
Diego Lugano, capitán de la celeste, fue el arma de empuje desde el fondo para que los de Tabárez presionen y casi asfixien a Venezuela durante los primeros 45’. Fue entonces que el defensor cantó temprano la primera conquista con un remate de cabeza tras el pivoteo de Sebastián Abreu. Sin embargo, tanta presión y dominio del mediocampo no tuvo éxito en sus atacantes. Forlán, Suárez y el mismo 'Loco' Abreu esta tarde no estuvieron a la altura de la cita.
En este punto, la sangre fría de los venezolanos fue clave. Las dos líneas de cuatro no desesperaron por ir a buscar el empate y poder perjudicarse más todavía contra el ímpetu de los locales. Y tanto Mea Vitali como Vargas, Arango, Giancarlo Maldonado y el resto del equipo esperaron con mucho trajín su momento.
ALIADOS DEL TIEMPO
El meta uruguayo Fabián Carini fue exigido en pocas ocasiones. Y fue vital cuando impidió un gol en contra tras una arremetida a poco del final, pero también tan culpable como el resto de la 'Vinotinto' cuando en un solo segundo dio rebote a un tiro libre de larga distancia, con el que Ronald Vargas -a balón servido- rompió a grito de empate.
Y cayó la noche, literalmente y en sensación a Montevideo. Aunque no por eso los charrúas dejaron de ir al frente. Los ingresos de Carlos Bueno y Vicente Sánchez permitieron soñar con un nuevo día, pero solo hasta el momento en que un remate de Sánchez pegó en el travesaño, cuando estaba totalmente libre bajo el arco.
Eso fue lo más cerca que estuvieron los uruguayos de los tres puntos, y el momento en el que el reloj dio la razón y alegría para los de Farías. Inclusive existieron intentos de ir por más, pero no fue necesario, porque aunque el marcador no refleje una victoria como sí la alcanzaron en el 2004 en el mismo terreno, Venezuela sabe que está creciendo y que cada vez es más complicada al resto. Un vivo ejemplo de un fútbol que trabajó y trabaja para el largo plazo, y que está muy claro, aunque a muchos les duela, ya superó al Perú.
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