Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comDesde Buenos Aires, un análisis de lo que podría significar un gran resultado peruano en 'La Bombonera' este jueves 5 de octubre. Este artículo no habla de consecuencias en la Eliminatoria o una eventual clasificación, sino de algo más trascendente: las posibilidades que el partido ante Argentina ofrece al Perú en términos de desarrollo estructural para su industria futbolística.

    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

Enviado especial a Buenos Aires

Jorge Basadre definió en 1931 al Perú como un problema y una posibilidad. Dijo el ilustre historiador tacneño: "Quienes caen en la amargura, en el pesimismo, en el desencanto, ignoran que el Perú es aún una posibilidad. Problema es, en efecto y por desgracia el Perú; pero también, felizmente, posibilidad".

El fútbol peruano, menos importante que el país pero parte de él, ha constituido un gran problema los últimos 35 años: uno reflejado en la gran frustración colectiva que implica quedarse afuera de las Copas del Mundo, especialmente, luego de haber asistido a tres de ellas en el lapso de doce años. Durante este tiempo, se ha ensayado un sinfín de hipótesis para explicarlo y hasta supuestas verdades máximas, como que el Perú nació para el fútbol un 31 de agosto de 1969 en cancha de Boca Juniors y murió para él un 30 de junio de 1985 en cancha de River Plate: de un 2-2 con Argentina a otro.

Este 5 de octubre, en Buenos Aires, el Perú encara su partido más trascendente en 35 años. No tanto por lo deportivo, pues para el desenlace de estas Eliminatorias a Rusia 2018 es quizá más relevante lo que ocurra el 10 de octubre en Lima, ante Colombia; pero sí por lo que simboliza para toda la industria de este deporte en el país como posibilidad a futuro. El siguiente video resume la explicación de tres dimensiones de esa posibilidad:

 

   

 

- Como eje de una revalorización: ¿Cuánto creció el fútbol colombiano a partir de su gran partido en Buenos Aires en 1993? Nadie dice que Perú esté en capacidad de hacer un partido similar al de Asprilla, Valencia, Valderrama, Rincón y compañía. Pero sí es claro que a partir de esa hazaña, Colombia ganó como industria: cada programa producido en Buenos Aires por cadenas internacionales tiene versión colombiana, y muchos reporteros de ese país tienen chances laborales en el mercado de esta ciudad, la capital del fútbol latinoamericano. Sus jugadores fueron contratados en masa por el fútbol argentino y eso permitió un empoderamiento sostenido de dos décadas. ¿No tendríamos una posibilidad similar con un gran resultado?

- Como superación de sus traumas: Incluso de los positivos, porque la hazaña de 'La Bombonera' en 1969 lo es. Un recuerdo de lo imposible, de lo legendario. De la épica nunca más realizable. Hasta que 48 años después la vida, el fútbol y las casualidades reencuentran a la blanquirroja con el mismo estadio y con el mismo rival confundido, herido, peleado con sí mismo. ¿No es esta la gran posibilidad de que el 'Perú Campeón' cambie de nombres y consiga, por la exposición que tiene este partido, escribir un capítulo en color de una historia que se quedó en blanco y negro?

- Como silenciador de voces inservibles: Quienes le pegaron sistemáticamente durante más de dos décadas a cualquier intento de llevar a cabo un proceso serio en la selección peruana, porque viven de jugar con el hígado de la gente, se quedaron sin crédito esta vez. Incapacitados de pegarle a Ricardo Gareca dado su 97% de aprobación, sus desesperados manotazos de los últimos días los han llevado al ridículo máximo: emprenderla a buscar estúpidos enfrentamientos con la prensa argentina. Porque no saben hacer otra cosa que vivir del negativismo. El tiempo los ha puesto en su lugar y, en 'La Bombonera', podría, ojalá, extenderles una partida de defunción mediática.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com


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