Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comPerú tuvo la mente en su sitio para hacr lo más complicado y perdió lo más fácil: se fue abajo en el primer tiempo y logró empatar 2-2, pero Christian Cueva se perdió el que era el gol del triunfo con un cabezazo que se fue desviado. La Eliminatoria se puso cuesta arriba en una cancha que colindó con lo desastroso.
La Ficha
Adrián Cabrejo | @adriancabp
Director periodístico

Enviado especial a Maturín

La lluvia cayó de forma intensa en Maturín durante tres horas. A falta de 60 minutos para el inicio del partido, todavía caían gotas sobre el suelo de esta ciudad ubicada en el oriente venezolano. Quizá era el presagio de lo que se iba a ver en la cancha. Venezuela y Perú saltaron al campo de un estadio Monumental que no estuvo preparado para recibir a las más de 50 mil personas que llegaron hasta el escenario deportivo más grande del país llanero.

Mientras el partido estaba por iniciarse miles de personas golpearon las puertas de la tribuna oeste para intentar ingresar, pero la Guardia Bolivariana no lo permitió durante unos minutos. La enardecida turba finalmente logró ingresar, aunque el estadio recién terminó de cargar sobre los 20' de juego. Este caos se notó en el campo cuando Perú saltó presto para iniciar el encuentro.

La selección salió extraviada y Venezuela aprovechó un par de jugadas aisladas para asestarle a Perú dos golpes que en un primer momento parecieron mortales. Primero lo dio Mikel Villanueva con un cabezazo, y luego Rómulo Otero con un tiro libre que Pedro Gallese no pudo controlar. El "sí se puede" retumbó en el Monumental de Maturín, pero curiosamente por parte de la hinchada venezolana, que veía en este encuentro la oportunidad perfecta para festejar el buen momento que vive la 'Vinotinto' a nivel futbolístico, con la clasificación de su Sub-20 para el Mundial de la categoría.

Paolo Guerrero convirtió de cabeza el tanto del 2-2 ante Venezuela. (Foto: prensa FPF) 

Por eso, sobre todo, sorprendió la reacción peruana. Ricardo Gareca no hizo variantes en materia de nombres, pero sí en términos de posiciones. Édison Flores pasó a jugar en la mitad de la cancha y André Carrillo cambió a la banda izquierda para penetrar con peligro. Precisamente, la 'Culebra' fue el autor del descuento en una jugada que Flores peleó y que Christian Cueva logró sacar adelante con un pase para el extremo del Benfica.

Ese gol fue un punto de quiebre: tanto porque silenció el estadio y como por haberle dado a Perú un nuevo impulso con el que metió en su arco a Venezuela. Los centrales empezaron a ceder un poco más y las bandas llaneras -a tono con el campo de juego- hicieron agua, principalmente por el sector izquierdo, en el que jugó Rolf Feltscher. El segundo gol peruano, con un cabezazo de Paolo Guerrero, hizo creer que se podía conseguir un triunfo en tierras venezolanas que no llega desde la Eliminatoria para Francia 1998.

Sobre el final, la ocasión perdida por Cueva detuvo el corazón del grupo de peruanos que llegó hasta Maturín y en general de los millones que vieron el partido por televisión. Paradójicamente, el balón no pudo ser añadido por un cabezazo, la vía por la que Perú ha recibido muchos goles en los distintos procesos eliminatorios de este siglo. Esta vez Perú tuvo el cabezazo como arma y no pudo utilizarla efectivamente para llevarse una victoria que habría supuesto ponerse a tiro de la zona de repechaje.

Los goles

Fotos: prensa FPF

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La ficha del Venezuela 2 - Perú 2

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