El juego aéreo en Perú: Sombras que no desaparecen
Kenny Romero | @kenny_romero Director Periodístico |
La noche del jueves fue saludada con beneplácito por la afición peruana. Si bien se rescató un punto ante Argentina que no sirve para efectos de mentalizarse en el lejano objetivo de acceder a Rusia 2018, quedó claro que se está concientizando a la gente a creer en el equipo, pero dentro de un plano de la fortaleza mental que se hace notar y, sobre todo, del aumento del universo de jugadores de cara al proceso clasificatorio a Qatar 2022. Esa es la realidad. Sin embargo, ha habido una situación reiterativa en las últimas tres fechas, la misma que requiere un alto: los goles de cabeza que ha encajado la blanquirroja, y más aun todos ellos convertidos por defensas centrales.
Pasó la tarde del 1 de setiembre, en el estadio Hernando Siles de La Paz. En esa ocasión el villano fue Christian Ramos, aunque simplemente por efecto rebote. La concepción de la jugada fue de la siguiente manera: Marvin Bejarano dispuso de un tiro de esquina que fue a parar a la cabeza del defensor Ronald Raldés, aunque en el trayecto debió ser interceptado por los marcadores peruanos que pululaban su zona, los cuales eran justamente Ramos además de Christian Cueva, quien tuvo participación en dicha acción. Lo sorprendente de la jugada fue que ambos, en todo momento, atinaron a observar la trayectoria del esférico, sin una sola preocupación por anticipar al hombre mejor posicionado para conectar el testarazo. Sin duda, total falta de reacción de la defensa peruana.
Días más tarde, el martes 6 de setiembre, la historia se repitió en el estadio Nacional. Esta vez el verdugo fue Gabriel Achiller, otro defensor central, y la víctima fue otra vez Christian Ramos. Todo comenzó con un tiro libre por el extremo derecho de la cancha que lo cobró Miller Bolaños. El balón fue a parar directamente a la cabeza del zaguero del seleccionado tricolor, quien con un potente golpe venció la resistencia de Pedro Gallese. En dicha oportunidad, el descuido final de la blanquirroja fue puntualmente de Corzo, pero la concepción del error provino de la 'Sombra', quien se despegó de la marca de Achillier y dejó que se proyecte, sin marca, y así saltar y superar a Corzo y compañía en el cabezazo del 1-1 parcial.
Y la más reciente, del jueves 2 de octubre, tuvo para variar un tinte similar: el centro de Paulo Dybala tras un tiro de esquina fue a parar al corazón del área y allí, tras la falsa intercepción de Yoshimar Yotún, el balón fue a parar a los pies de Ramiro Funes Mori, quien le ganó en potencia a Alberto Rodríguez y luego gozó con la falta de reacción de Christian Ramos, protagonista principal de los tres goles consecutivos encajados por Perú vía tres defensores: la 'Sombra' se detuvo a pensar por un segundo en cómo participar en la cobertura, lapso suficiente para que el zaguero argentino empalme un remate y la mande a guardar.
Como se aprecia, los tres tantos que recibió Perú, al hilo, por defensas centrales de modo consecutivo, se desatan fundamentalmente por temas puntuales de distracción y por falta de coordinación al momento de decidir de parte de Christian Ramos. Dos aspectos fundamentales que debe trabajar Ricardo Gareca de cara a los próximos duelos por las Eliminatorias.
Fotos: Raúl Chávarry / DeChalaca.com, AFP
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