La crisis de la selección argentina con Bauza y sin Messi: ¿Una pausa a Bauza?
Kenny Romero | @kenny_romero Director Periodístico |
Lo ocurrido el último miércoles en el Mario Alberto Kempes de Córdoba ha sido catalogado como una aberración por la prensa argentina. El cuestionamiento es casi unánime: con Edgardo Bauza, se dice, el patrón de rendimiento de la albiceleste ha descendido su línea de rendimiento. Y ello no solo por lo que se expresa en la clasificación (actualmente en zona de repechaje), sino también porque existen algunas premisas -antes de su llegada al banquillo- que no se están cumpliendo y empiezan a exasperar a aquellos que acostumbran ver a una selección con estirpe ganadora.
Lo que encontró
Tras la salida de Gerardo Martino, fundamentada por perder en la final de la Copa América Centenario a manos de Chile, la AFA decidió nombrar a Edgardo Bauza como nuevo estratega de la albiceleste, con una misión orientada no solo en potenciar a la base del universo de jugadores convocables que destacan en el mundo, sino también por el hecho de plasmar su sabiduría y establecer su bandera de obtener resultados auspiciosos sobre la base del orden. Todo esto, hasta el momento, no se cumple.
Por esa razón, la disconformidad en territorio argentino es muy grande, dado de que no se están cumpliendo algunas premisas claves que saltan a la vista. Y si bien su estreno oficial se estableció con un deslucido triunfo ante Uruguay que le otorgó el primer lugar en la tabla de las Eliminatorias, de allí en más el descenso de rendimiento sencillamente lo ha castigado en su actual ubicación, en zona de repechaje.
No obstante, hay dos aspectos por diferenciar: uno es el futbolístico, que sí puede ser criticable, y el otro es más por una carga sentimental que solo aterriza desde el plano subjetivo y que bien puede estar apoyado en intereses creados por la propia prensa argentina o, en su defecto, por recelos naturales ante jugadores que son top a nivel mundial.
Lo criticable
El punto más álgido en la era Bauza con Argentina, sin duda, es no haber encontrado un patrón de juego sin Lionel Messi en el terreno de juego, detalle que lo pinto de cuerpo entero en la última fecha doble de las Eliminatorias. No solo se trata de números, que claramente ostentan un rostro con y sin el crack del Barcelona con la albiceleste (en el actual proceso clasificatorio, Argentina obtuvo 3 triunfos en los que Messi sí jugó, mientras que solo consiguió 1 triunfo, 4 empates y 2 derrotas en los otros 7 partidos en los que no contó con la 'Pulga' en la convocatoria); el problema también se relaciona una vuelta de tuerca en su planteamiento.
En ese sentido, el 'Patón' ya lo intentó de varias maneras, como posicionando con más libertad a jugadores como Nicolás Gaitán o Ángel Di María, o abusando en ocasiones de los pelotazos sin destino en busca de estos jugadores, o hasta incluso con tan solo plasmar esa identidad por el empuje que le otorgan los pundonorosos Mascherano y Banega. Pero con eso no basta. Sin Messi en el once, lo de Argentina es más un esquema que deambula mucho, no consigue trascender y, lo más importante, no obtiene resultados auspiciosos.
A ello, también se le debe agregar otro detalle que en todo el territorio argentino es un pedido unánime para Bauza: que se la juegue más por hombres que están destacando nítidamente en el contexto mundial y ya requieren una chance en la selección. Un caso puntual viene ocurriendo con Mauro Icardi, goleador en el Inter de Milán pero que no es mirado ni de reojo por el seleccionador, aunque se sabe -vox populi- que su ausencia se debe más a un asunto extradeportivo que es archiconocido y que se asegura va a golpear más en la interna de la albiceleste.
Por lo pronto, la disconformidad en las convocatorias de jugadores como Lucas Pratto o Lucas Alario es evidente, más si ninguno no asoma como carta con absoluto potencial para comandar el ataque de una -entiéndase- potencia mundial.
Lo condicional
Hay dos historias que han sido viralizadas en los últimos días y que, de por sí, han generado una sensación de disconformidad. Una tiene que ver con los llamados "Amigos de Messi": es decir, Ángel Di María, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín, quienes según sus críticos están siendo considerados en el once principal de los últimos compromisos de la selección por el simple hecho de ser muy allegados al jugador del Barcelona y que, incluso, es este último quien impone su titularidad al comando técnico en los recientes duelos eliminatorios.
Más allá de la calentura que existe porque sus actuaciones en las últimas jornadas no han sido del todo alentadoras -en la derrota ante Paraguay el 'Flaco' se equivocó groseramente en la acción previa al tanto de la albirroja, mientras que el 'Kun' erró un penal y falló un gol solo casi en el acto-, lo concreto y real es que estos tres jugadores, por un tema de jerarquía, son y deben ser inamovibles en el once estelar, más aun si se sufre mucho sin la presencia de su hilo conductor (Messi).
Aparte de ello, a Bauza también se lo cataloga de ser sumiso con el tratamiento hacia algunos jugadores y pasar por alto algunas decisiones que tomaron. Un caso concreto es el de Gonzalo Higuaín, quien luego de la final de la Copa América Centenario -con una ola de críticas por sus excesivos errores en las finales que disputó en los últimos dos años- pidió ser excluido de su convocatoria para la fecha doble de setiembre. Sin embargo, como si nada habría pasado, y sin tipo alguno de represalias, lo convocó a la reciente jornada doble y su saldo, más allá del gol que le anotó a Perú, ha sido insuficiente.
En suma, el ambiente está cargadísimo para lo que se le viene a Edgardo Bauza. Y el escenario es tétrico, más que nada porque Argentina debe rivalizar ante Brasil, en Belo Horizonte, y luego como local ante Colombia. Dos cotejos de vital importancia ante rivales directos por la clasificación a Rusia 2018, y en los que si no consigue resultados alentadores, sin duda se condicionará su presencia en el banquillo. Con o sin Messi en el once estelar de la albiceleste.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com, AFP
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