Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.comEn medio de la crispación política del país, Perú vivió su propia crisis ante Ecuador: encajó un gol apenas iniciado el partido y tuvo que lidiar con la falta de rumbo todo el primer tiempo. Con los cambios, en el complemento cayó el gol de Flores para rescatar un 1-1 que puede ser determinante en las cuentas finales.
Daniel Reátegui | @danielreateguiw
Redactor

La selección de Ricardo Gareca hace vivir a los peruanos una realidad paralela, y esto viene desde el proceso para Rusia 2018. Un dato clave puede graficar ello: desde que está el 'Tigre' en el banco peruano el país ha tenido, en estos siete años, quince ministros del Interior y cinco presidentes de la República. La situación se vuelve crítica si se toma en cuenta que desde julio de 2021 hasta la fecha se jugaron nueve partidos por Eliminatorias y en paralelo se ha tenido tres presidentes del Consejo de Ministros. La crisis del país es palpable; por eso, tal vez, lo que se vivió en el Nacional fue emotivo, con un estadio repleto de bote a bote y el público entregado al equipo. Por 90 minutos el país se metió en la burbuja a la que nos ha acostumbrado el equipo del 'Flaco' de Tapiales.

Ahora bien, ninguna burbuja está exenta de peligros y esta noche hubo una que pudo explotar. Gareca tiene el crédito abierto, pero también está sujeto al escrutinio; y repasando el partido, pareciera que equivocó la lectura inicial. Sin Cueva y Lapadula había que rearmar el sector ofensivo y la apuesta no le dio réditos. Con el 4-1-4-1, Raziel García tomó el lugar de Cueva por izquierda, mientras que Santiago Ormeño fue como punta. Careció de conducción Perú, y los jugadores así lo sintieron. La blanquirroja no podía hilvanar una idea en el frente de ataque; Renato Tapia, a su vez, retrocedía como un tercer central para sacarla del fondo, porque cuando la tenían Carlos Zambrano y Alexander Callens -de discreta noche- nadie se mostraba.

En cuanto a los injertos, García anduvo desaparecido; cuando no pudo por izquierda, se fue para la derecha y en algún momento jugó detrás de Ormeño, pero le pesó el partido. Y a 'Santi' tampoco se lo vio cómodo: cierto es que no le llegó ninguna pelota aérea con comodidad, pero también hay que convenir que no tiene los movimientos del atacante que típicamente se amolda al juego de la selección. El ariete del León mexicano no se perfila bien para recibir, no ocupa los espacios y tampoco se faja con los centrales contrarios.

Ormeño aparece anticipado por Torres, como todo el primer tiempo. El delantero nacido en México tuvo un partido discreto. (Foto: AFP) 

Por todo ello, cuando Gareca mandó a Cristofer Gonzales y Édison Flores desde el arranque del complemento por García y Ormeño, respectivamente, se notó la diferencia. Con André Carrillo de punta, el equipo empezó a combinar, y mejoró sustancialmente cuando el 'Tigre' sacó a Sergio Peña para poner a Álex Valera: así, Perú volvió a tener un '9' que incomodara a los rivales, como sucedió en la acción previa al gol de 'Orejas'. Valera luchó contra Piero Hincapié -baluarte de la zaga ecuatoriana- y propició que la pelota quedara a merced de Luis Advíncula, quien sirvió para el de Collique encendiera la luz como en tantas noches que pintaban oscuras.

Para el equipo de Gustavo Alfaro, el panorama fue alentador desde el arranque, tras el error de cálculo de Callens ante el balonazo de Félix Torres y la justa definición de Michael Estrada con Pedro Gallese casi encima de él. La 'Tri' se paró 4-3-2-1 con Hincapié, El Capo de la noche limeña, quien junto con el mediocentro Carlos Gruezo sobrellevó el peso del partido. El central del Bayer Leverkusen dio muestras de su categoría y su impecable estado físico cuando cerraba a los costados las arremetidas de Carrillo.

En tanto, detrás de Estrada se movieron Gonzalo Plata -una pesadilla para el fondo peruano por su potencia, habilidad y rapidez- y Ayrton Preciado. A veces este último acompañaba a Estrada, mientras que Plata contaba con la libertad que le concedió Alfaro para flotar por todo el frente de ataque. La 'Tri', por lo demás, no dio muestras de seguridad defensiva, pero esas falencias se disimularon en el primer tiempo ante un Perú impreciso y en el complemento, por lo apurado del local.

Estrada celebra su madrugador tanto. El único delantero ecuatoriano abrió la cuenta de manera intempestiva y silenció el Nacional. (Foto: AFP) 

Otro mérito de Ecuador fue aprovechar al máximo las licencias que le otorgó Wilton Sampaio, demasiado permisivo ante las recurrentes paralizaciones que provocaba la visita luego de cada pelota dividida. Por ello, los 6 minutos de reposición que el FIFA brasileño brindó sobre el final aparecían cortos después de lo que propuso Ecuador dada la ventaja para sacar a Perú de sus casillas. Luego, las amarillas que el réferi mostró estuvieron acordes con la gravedad de las faltas.

Así, ya tirado en ataque, le faltaron minutos a Perú ante una 'Tri' que hizo tiempo desde que marcó el tanto de apertura. Y tal vez también se habría requerido algo de tranquilidad para que ese empate se convirtiera en voltereta, aunque visto el trámite hubiera momentos en que el segundo gol ecuatoriano pareciera haber estado más cerca del arco de Gallese que otra cosa.

El resultado, sin duda, terminó siendo un negocio redondo para Ecuador, pues amparado en su brutal diferencia de goles a favor, casi aseguró el repechaje; máxime si se considera que le resta visitar Asunción ante una eliminada Paraguay y recibir a Argentina, clasificada ya. Para Perú, en cambio, el empate sirve si se pone en la balanza el errático primer tiempo y además, porque los de Alfaro tuvieron dos manos a mano en el segundo tiempo. Al fin y al cabo, igualara o perdiera, la blanquirroja no se movía del quinto puesto, pero el punto obtenido puede ser determinante porque las cuentas siempre se hacen en la fecha 18 y no antes.

Flores celebra su gol. 'Oreja' fue nuevamente el salvador peruano. (Foto: AFP) 

Lo más importante para la blanquirroja es que recuperó a un baluarte del proceso anterior. 'Oreja' Flores aporta frescura y goles, y cuando parecía que el equipo de Gareca entraba al cuarto oscuro, el pequeñín encendió la luz. Fue el efecto Edison, pero no el de Thomas Alva en 1880, sino el de Flores Peralta en este 2022, el año de su renacimiento.

Fotos: Pedro Monteverde / DeChalaca.com


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La ficha del Perú 1 - Ecuador 1

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