Tornado bautiza ciclón
En el debut mutuo de Guillermo Barros Schelotto y Diego Alonso, Luis Suárez le dio el triunfo a Uruguay en un partido cerrado ante Paraguay. El 0-1 mostró una imagen renovada en la volante celeste y amargó la mudanza de la localía guaraní a cancha de Cerro Porteño.
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Víctor Sierra | @VictoRS2903 Redactor |
Tras el largo proceso llevado a cabo por Óscar Washington Tabárez, Diego Alonso apareció como una opción renovada para el banquillo de Uruguay y portador de una apuesta por algunos jóvenes que ante Paraguay mostraron una buena imagen. La novedad principal en filas celestes estuvo en el arco: Sergio Rochet no tuvo mucho trabajo, pero en las pocas que le tocaron la pueerta respondió y logró anticipar a Carlos González, el delantero más peligroso del elenco local.
En la defensa, en tanto, estuvo el jugador del Barcelona Ronald Araújo como lateral, pero no colmó las expectativas y perdió los duelos individuales reiteradamente. Mathías Olivera también fue novedad en la zaga charrúa: el jugador del Getafe fue clave para impedir que Braian Ojeda pudiera generar peligro en la segunda parte.
Por último, en la zona ofensiva estuvieron Facundo Pellistri -como principal novedad-, Rodrigo Bentancur, Federico Valverde -ambos más adelantados que con Tabárez- y Darwin Núñez, este último como punta neto. Los cuatro generaron peligro en el último cuarto del campo como respaldos de Luis Suárez y de no haber sido por Antony Silva, Uruguay se habría puesto adelante en el marcador en el primer tiempo.
Paraguay, en tanto, tuvo su propio estreno con Guillermo Barros Schelotto como sucesor del fallido experimento con Eduardo Berizzo. La decisión del 'Mellizo' de llevar la localía a la 'Nueva Olla' de Cerro Porteño asomó cuanto menos llamativa, y de hecho a ratos se extrañó la pesadez del césped del Defensores del Chaco como hábitat nacional de la albirroja.
En general, el elenco guaraní lució mejor en el primer tiempo que en el segundo, pero en ninguno de los dos periodos fue capaz de acercarse al pórtico de Rochet con la convicción suficiente para abrir el marcador. Solo Miguel Almirón, Matías Rojas y Braian Ojeda pudieron generar algo de peligro, pero la tara siguió siendo similar a la de la época de Berizzo: conducción de pelota con escasa capacidad de ser traducida en ocasiones efectivas en los metros decisivos.
La defensa albirroja, por su parte, afrontó importantes problemas durante los 90'. Santiago Arzamendia pocas veces se mostró seguro y sufrió pérdidas en salida, mientras Gustavo Gómez -su líder natural- abusó del juego brusco y vio la roja sobre el final.
Bajo esas condiciones, el complemento fue de dominio de la celeste, que logró copar el mediocampo y jugar más cerca al arco de Silva. Siempre el más peligroso fue Suárez, quien gracias a sus constante diagonales pudo abrir el marcador. Con Édinson Cavani fuera de la oncena -ingresó en los últimos minutos- y sin Giorgian de Arrascaeta -se quedó en el banco-, Uruguay mostró una superioridad prometedora para el ciclo del 'Tornado' Alonso y estimulante para las tres jornadas que le restan rumbo a Qatar 2022.
Fotos: AFP
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La ficha del Paraguay 0 - Uruguay 1
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