Solo para optimistas o ilusos: el recuerdo positivo de la Eliminatoria de 1981 ante los colombianos.

Video: You Tube / Usuario: luchoquiroz
Recorte:
revista Caretas

Sería tedioso abordar las incidencias de aquel partido de 1981 que Perú le ganó 2-0 a Colombia en el estadio Nacional. Sí, el único triunfo eliminatorio sobre los ‘cafeteros’ en Lima. Para algo inventaron YouTube (ver video).

Ya que ni el cabezazo espectacular de Barbadillo tras perfecto centro de Oblitas, ni el penal impecablemente cobrado por Uribe servirían de algo para lo que se viene este sábado, sería mejor adentrarse en un par de aspectos menos trascendentes que rodearon aquel encuentro. Que tampoco tienen gran utilidad, pero al menos son curiosos.

En primer lugar, vale la pena recordar el lío periodístico que suscitó la presencia del técnico de Colombia, el argentino Carlos Salvador Bilardo. La revista Caretas reveló, con pruebas fotográficas, que los métodos de entrenamiento del ‘Narigón’ eran algo heterodoxos: encontraban base fundamental en los puntapiés arteros, los codazos camuflados, la patada voladora a la altura de la nuca, etcétera. Hasta se rumoreaba que los colombianos entrenaban con karatecas. La revista, incluso, cayó en un vaticinio fallido: “Le auguramos (a Bilardo) un cercano final de carrera”.

La polémica entre 'Pocho' Rospigliosi y Caretas en la previa del Perú-Colombia rumbo a España '82 (Recorte: revista Caretas)Entonces salió ‘Pocho’ Rospigliosi, la autoridad futbolística de la época, para señalar que Caretas exageraba, que Bilardo era un caballero de extraordinarios modales y sabía expresarse, que toda la batahola solo favorecía a Colombia, etc.. A la hora del partido, la razón estuvo un poco más cerca de Caretas que de ‘Pocho’: los colombianos fueron muy poco amables con las canillas peruanas.

Todo aquello sirvió para que el semanario sacara toda su artillería contra la esencia neurálgica del ‘pochismo’: “el menos deportivo físicamente hablando”, “sin tiempo para aprender ortografía o sintaxis” o “el periodista de la pila” (“¿Cuál es la pila, Morita?”) fueron algunos de los epítetos de lo que en dicho tiempo fácilmente pudo haberse considerado un sacrilegio.

La otra anécdota fue más silvestre. Pasó apenas por una declaración post-partido. ¿Su autor? El entonces defensa colombiano Francisco Maturana. Haciendo premonitorio alarde de toda su verborragia, ‘Pacho’ se situó ante micrófonos para comentar que “da gusto perder así, ante el ballet de Perú no tengo por qué sentirme triste ni disminuido (…) Tengo confianza en que el fútbol peruano siempre se impondrá (…) Ojalá que el Perú esté en España, se lo merece”. Gracias a Dios, no habló de sueños. 

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