Chile - Uruguay: Temperatura en rojo
De la mano de sus delanteros Paredes y Vargas, Chile concretó un partido caliente y derrotó por 2-0 a Uruguay. Además, se estableció en zona de clasificación e hirió a un conjunto charrúa que no gana hace seis fechas.
El capo: Fuertes desde atrás
La zaga chilena redondeó un encuentro parejo. A pesar de jugar con solo tres defensores supo mantener una solidez y no regalar ni un centímetro de más a los hábiles delanteros charrúas. José Rojas fue el comandante de la muralla roja: desde ahí ordenó a un algo descuidado Gonzalo Jara y a un bien trajinado Gary Medel, con los que supo complementarse bien.
La clave: Lados mortales
Jorge Sampaoli entendió que la única forma de separar a los recios centrales uruguayos, Diego Godín y Diego Lugano, era jugándosela por los costados. Con Mauricio Isla y Eugenio Mena muy abiertos por las bandas, supo hacer daño durante todo el primer tiempo en el que el conjunto chileno dominó con supremacía. Resultado de ello fue el tempranero gol a los 10’, que comenzó en una jugada por la banda izquierda.
La calamidad: Se rompió el palito
Álvaro Pereira debió haber jugado uno de los peores partidos con su selección: esta noche estuvo totalmente intrascendente en la marca y fue sobrepasado múltiples veces por los carrileros chilenos. Para colmo de males, fue culpable directo en ambos goles de la ‘Roja’, en los que no supo ajustar ni decidir rápidamente para defender la portería de Fernando Muslera.
El jugadón: Armando paredes
Esteban Paredes encontró una buena sociedad con Charles Aránguiz en el primer tiempo. El delantero siempre ofrecía los espacios y jalaba las marcas para que el volante chileno pueda profundizar. A los 19’, Aránguiz arrancó desde la mitad de la cancha viboreando uruguayos y dejándolos atrás; antes de perder el balón lo punteó hacia Esteban Paredes, quien se dio el lujo de eliminar a otro uruguayo con un amague y a uno último con una “huachita” espectacular para así rematar al arco. No obstante, la respuesta de Muslera fue certera y salvó lo que pudo haber sido un gol de gran factura.
El cambiazo: Silva que viene
El lateral derecho uruguayo, Matías Aguirregaray, estuvo siendo asediado y superado durante todo el primer tiempo por Eugenio Mena. Fue tan agarrado de punto el marcador que Óscar Tabárez se vio obligado a cambiarlo para el complemento: Alejandro Silva fue el reemplazante. Este le dio al cuadro charrúa más tranquilidad en defensa y aportó en proyección por el flanco derecho para que los delanteros arriba puedan mostrarse más; sin embargo, no llegó a ser suficiente para marcar el descuento.
El blooper: El de la mala suerte
En el primer gol chileno, ‘Palito’ Pereira quiso despejar el balón pero este salió pifiado y cayó justo en los pies de Esteban Paredes, quien solo la empujó para anotar. En el segundo gol, abrió las piernas para que Matías Fernández le haga un “caño” y pueda meter un pase excelente para Mauricio Isla, quien remató y dejó el rebote para que Eduardo Vargas inscribiera su nombre en el marcador. Dos errores gruesos que le costaron el partido al experimentado lateral del Inter italiano.
La cancha: El rival no canta
Los hinchas chilenos acordaron previamente al partido no dejar que los uruguayos entonen su himno con comodidad para que estos sientan la presión del estadio Nacional de Santiago. Efectivamente, apenas rodó la cinta del himno charrúa, se inició una silbatina ensordecedora para tratar de menguar la música de los celestes; no obstante, no llegó a apagar y amortiguar el sonido de la cinta del todo.
Kazuki Ito: No Pita - na’
El arbitraje del argentino Néstor Pitana ha sido uno de los más polémicos y discutibles de esta fecha doble. Castigó y sancionó tarjetas con un criterio dudoso; no cobró un par de penales claros para Uruguay cuando en dos ocasiones Gonzalo Jara tocó el balón con la mano en el área; no expulsó a Luis Suárez luego de golpear con el puño a Gonzalo Jara en la cara, y dejó que el partido se jugara incluso con dos balones en la cancha en algún momento. Tuvo un terrible primer tiempo en el que fue protagonista; lo positivo fue que en el segundo registró menos fallos y se lo notó más lúcido para dirigir un partido, que estaba caliente desde ya.
Fotos: Agencia Uno, Photosport
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encontramos el gol que se nos nego en lima.