Bolivia - Venezuela: Cabeza a cabeza
El capo: La solución
Jhasmani Campos fue la figura del encuentro. Al volante boliviano solo le bastaron 20 minutos en el campo para completar una faena redonda: dos disparos al arco que fueron oportunidades claras de gol y un cabezazo para decretar el empate casi sobre el final del encuentro. Cabe resaltar la actuación de Chumacero en la medular boliviana y de Richard Blanco en la ofensiva venezolana.
La clave: Retroceder nunca
César Farías replegó sus líneas luego del gol de Juan Arango. Primero, ingresó Evelio Hernández por Richard Blanco para sumar más gente en el medio y trabar el juego en la volante. Luego, Alexander González entró por Cesar González para aportar con el ida y vuelta por el sector derecho, donde Mojica con Campos estaban causando estragos. Por último, Rolf Feltscher reemplazó a Juan Arango para sumar un defensor más atrás e intentar cerrar el partido. Pasó así de un 4-2-3-1 a un marcado 5-3-2 ultra defensivo que solo se dedicó a esperar y aguantar las arremetidas bolivianas. Finalmente, un error de Renny Vega desperdició toda propuesta defensiva y dejó a los venezolanos con un no menospreciable empate.
La joyita: Directo al Blanco
A los 58’, un tiro de esquina ejecutado por Cesar González fue directo a la cabeza de Richard Blanco, quien inteligentemente peinó el balón hacia atrás para dejar solo a Juan Arango. El experimentando jugador venezolano pegó el potente frentazo y dejó parado a Sergio Galarza que nada pudo hacer ante la velocidad del cabezazo.
El jugadón: Suma cero
Corrían los 49’ cuando un destacado Rudy Cardozo se coló por el medio y sacó un centro para Marcelo Martins. El delantero bajó el balón con la cabeza y dejó en inmejorable posición a Alejandro Chumacero, quien aplicó el zurdazo con el borde interno pero se fue muy por encima del arco. La jugada ganó en espectacularidad porque fue de una velocidad loable.
El duelo: Si quiero, Cichero
Gabriel Cichero tuvo que jugar de zaguero central ante la ausencia tanto de Vizcarrondo como de Amorebieta. El usualmente lateral de la selección venezolana dio la talla mesuradamente y anuló durante el primer tiempo a un Marcelo Martins que anduvo encima muy impreciso. A los 64’, el ‘9’ fue sustituido entre silbatinas y abucheos por su poca producción ofensiva.
El cambiazo: Mirando hacia arriba
Como ya se mencionó, el ingreso de Jhasmani Campos fue esencial para que Bolivia logre encontrar el empate. Sin embargo, Gualberto Mojica fue un cambio que ayudó a estabilizar un mediocampo que empezaba a cojear en ordenamiento. El volante, que ingresó al inicio del segundo tiempo por Daniel Chávez, tuvo buen manejo del balón y fue una suma de interés para el cuadro de Azkargorta.
La cancha: A ver si les liga
El Hernando Siles de La Paz debe ser uno de los peores estadios elegidos para las Eliminatorias. Un deplorable estado del campo, con muchos huecos y sin color, interfirió con el juego de ambos equipos y no dejó el libre transcurrir del balón que por ratos se atrevió a dar botes extraños por el desastroso gramado. Habría que tener en cuenta que estos partidos son vistos internacionalmente y que no es propicia la exposición de un campo así a los ojos del mundo.
Kazuki Ito: De cabeza fría
Patricio Loustau supo manejar bien el encuentro: apenas dos amarillas fueron mostradas dada la buena disposición de los jugadores, quienes se dedicaron a jugar más que a pegar. No tuvo problema alguno.
Fotos: EFE, AFP