Alianza Lima campeón del Torneo Apertura 2001: Con autuoridad para ganar

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Roberto Gando | @Roberto_Gando Editor |
El 1 de julio de 2001 en Alianza se dieron el gusto de celebrar al fin luego de cuatro días de tensa espera. Y es que al culminar la disputa del Torneo Apertura, los de La Victoria sumaron 46 puntos, los mismos que alcanzó Cristal, por lo que se debió jugar un partido más para definir al primer campeón de la temporada.
Las postales
En el año de su centenario, en Alianza Lima no escatimaron en gastos para armar un plantel capaz de ganar el título nacional: contrataron al técnico brasileño Paulo Autuori, cuya mayor referencia en ese momento era el ganar la Copa Libertadores de 1997 con Cruzeiro; mientras que entre los jugadores de mayor renombre ficharon a los también brasileños Palhinha y Eduardo Esidio -máximo goleador en 2000 con Universitario-, además de a Marko Ciurlizza.
Con lo que no contó el cuadro blanquiazul era con que sus arcas no estaban en capacidad de asumir tal carga económica, por lo que en las últimas jornadas se comenzó a sentir la presión de conseguir resultados pese a los problemas de deudas, situación que le permitió a Cristal reducir una diferencia de hasta cinco puntos en la tabla. Ante ese panorama, el partido extra se planteó también como el último del DT aliancista.
El encuentro comenzó a las 16:00 horas en el estadio Nacional y el marcador se abrió a los 35’ con remate desde fuera del área de Henry Quinteros tras pase de Palhinha. Con esa ventaja acabó la primera etapa, pero los del Rímac alcanzaron el empate en 57’ cuando Jean Ferrari pescó en el área el rebote de un córner.
Luego de diez minutos la providencia le dio una mano a Alianza, pues una lesión de Alexis Ubillús provocó el ingreso de Roberto Holsen, delantero que fue cedido precisamente por Cristal y que fue quien conectó un cabezazo que decretó el 2-1. El tiempo que faltaba para llegar al final transcurrió con los íntimos destacando por la experiencia de sus jugadores, que con Juan Carlos Bazalar, Gustavo Roverano y José Soto al frente, soportaron la carga celeste en busca de una igualdad que nunca llegó.
Al ganar el Apertura en La Victoria hubo festejos, pero también desazón, porque esa misma semana Autuori partió rumbo a Brasil para tomar el mando del Botafogo, club que semanas después también requirió los servicios de Ciurlizza. Y así, prácticamente de un momento a otro, pasaron de pelear arriba en la tabla a intentar recomponer su equipo en el Clausura, primero con el serbio Iván Brzic como técnico y luego con el español Bernabé Herráez, que fue quien los dirigió a fin de año al ganar el título nacional ante el también centenario Cienciano.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diario Líbero
