Expulsión de César Cueto por Alberto Tejada: Las reglas poéticas

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Mariano Elías | @marianoeliasfut Redactor |
En 1998, el Fenómeno del Niño afectó distintas regiones de la costa del Perú. Si bien este después golpeó la costa norte del país, inicialmente Ica era la zona más perjudicada por los desastres. Fue por eso que se optó -tal y como ocurrió en 2017- por organizar un partido amistoso entre un combinado de futbolistas peruanos y otro de extranjeros del torneo local para apoyar a los damnificados con la recaudación.
El partido
Aquel 8 de febrero de 1998, los nacionales formaron con Christian del Mar en el arco; Jorge Soto, Ernesto Arakaki, Santiago Salazar e Ismael Zegarra en la defensa; en el medio campo contaron con la presencia de Paulo Hinostroza, José Luis Carranza, César Cueto, José Pereda; y en la delantera quedaron David Chévez y Waldir Sáenz. ‘Titín’ Drago hizo ingresar además a Jorge Huamán, Marko Ciurlizza, Ricardo Lara, Oswaldo Carrión y Juan Luna. Dentro del conjunto de nombres, llamaba la atención la presencia de Cueto, que tenía 45 años y que ya se había retirado cinco temporadas atrás.
Para los extranjeros, dirigidos por Jorge Luis Pinto, tapó Oscar Ibáñez; en la defensa alinearon Wilson Varela, Gustavo Falaschi y Marcelo Asteggiano; en la volante se desplegaron de derecha a izquierda Juan Carlos Parra, Gustavo Tempone, Rosinaldo Lopes y Annor Aziz; y arriba jugaron de delanteros Nilson Esidio, Sergio Ibarra y Néstor Mordini. El único que entró desde el banco fue el arquero Jorge Battaglia, quien -sin embargo- entró de volante para reemplazar a Tempone.
La anécdota
Curiosamente, el mayor atractivo del partido era ver al ‘Poeta de la Zurda’ en un campo de juego. Según el suplemento Deporte Total del diario El Comercio, “...el público respondió, convocado por la magia de un incomparable César Cueto”. Desde el primer minuto del encuentro, Cueto había decidido deleitar a los asistentes con una serie de jugadas de lujo, que evidentemente nadie puede hacer mejor que él.
Más allá de eso, el partido tenía muy poco de amistoso. Ambos equipos se lo tomaron muy en serio y salieron con todo a ganar. Otro que también afrontó el duelo con mucha seriedad fue el árbitro Alberto Tejada, que no perdonó a Cueto tras un par de fuertes entradas y lo expulsó por doble amarilla apenas a los 36’. El público comenzó a abuchear esta decisión y así fue hasta que culminó la primera mitad.
Dada la presión de la gente y al tratarse de un amistoso, se tomó la decisión de que el exmundialista reingresara de todos modos para el segundo tiempo, lo que desató una serie de aplausos en la tribuna. Tejada, sin embargo, se rehusó a acatar esta medida y optó por no salir de vestuarios para arbitrar la parte complementaria. “Sólo impuse el reglamento al expulsar a Cueto”, dijo el árbitro.
Su reemplazante fue el entonces joven Miguel Vega, quien arbitró hasta el final del compromiso, que culminó 3-2 a favor de los extranjeros con goles de Tempone, Nilson Esidio y Aziz. Descontaron Sáenz y el ingresado Luna para decretar el resultado final del atractivo partido que convocó a 16,194 espectadores.
La decisión de dirigir el segundo tiempo marcó la carrera del popular 'Guajaja', quien acabó enfrentado con el gremio arbitral, del cual se retiró del grupo aduciendo malos manejos y con constantes riñas dialéctivas con otros réferis en medios de comunicación.
La justicia
Tejada, quien fue aquel día muy serio y correcto al igual que durante toda su carrera, tuvo en ese 1998 un año especial: fue enviado al Mundial de Francia en junio. Días antes, había hablado sobre lo difícil que era ganarse y mantener la confianza como árbitro, pero que él había podido hacerlo gracias a su personalidad, técnica y fundamentos reglamentarios. Es evidente que no podía permitir que se dejara de lado el reglamento con su aprobación, sobre todo si aspiraba estar presente en el torneo futbolístico más importante del mundo apenas en unos meses.
Este anecdótico hecho, en el que las convicciones de Tejada se vieron enfrentadas ante hinchas, directivos y medios de prensa, sólo fue una prueba más de lo que ya se sabe desde tiempos inmemorables: en el fútbol peruano, en muchas ocasiones, el espectáculo prima por sobre las reglas.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Recortes: suplemento Deporte Total, diario El Comercio
