Perú - Uruguay: Estreno bien hidalgo

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Roberto Gando | @Roberto_Gando Editor |
El mes de junio fue quizás el más intenso de los que vivió la selección peruana en 1997. Durante esos treinta días, las Eliminatorias y la Copa América fueron parte de preocupación para un comando técnico, que con Juan Carlos Oblitas a la cabeza, tomó la decisión de partir a la blanquirroja en dos grupos para asumir el doble compromiso.
Las postales
Mientras el grupo principal se quedó con Oblitas -que el día 8 enfrentó a la Argentina en Buenos Aires, perdiendo 2-0 por las Eliminatorias-, el llamado grupo alterno se trasladó hasta Cusco, donde se preparó para asimilar la altura boliviana. Al frente de ese plantel estaba Freddy Ternero, el entonces asistente técnico del ‘Ciego’, quien antes del debut encaró dos partidos amistosos ante FBC Melgar y The Strongest.
El plantel estaba formado por futbolistas del torneo local que no tenían cabida en el cuadro que buscaba llegar al Mundial, sumando los refuerzos de Miguel Miranda, Alfonso Dulanto, Roberto Palacios y Waldir Sáenz luego que estos regresaron de suelo argentino. Para el ‘Chorrillano’ la Copa América era la oportunidad de recuperar continuidad en su juego, pues se encontraba sin contrato y con un futuro incierto.
El debut fue el día 12 en el estadio Olímpico Patria de Sucre, ciudad que con sus 2790 msnm implicaba un reto tanto para Perú como para Uruguay. Los charrúas, con Juan Ahuntchaín como DT, atravesaban una seria crisis luego de empatar en Montevideo ante Colombia por las Eliminatorias, pues antes de emprender el viaje hacia Bolivia perdieron el concurso del arquero Carlos Nicola y de Pablo Bengoechea.
Sobre ambos jugadores recayó la amenaza de una dura sanción por el Tribunal de Penas de la Asociación Uruguaya de Fútbol, ya que en la práctica los dos renunciaron, lo que llevó a que algunos de sus compañeros -los que pertenecían a Nacional y Peñarol- amenazaran con dejar también a la celeste. Solo un día antes del partido se encontró una solución parcial, pues se aplazó la decisión hasta después del torneo, aunque para entonces lo planificado por su técnico había sido alterado.
Ya en el encuentro, Perú se mostró con un mejor desempeño, aunque incapaz de resolver situaciones en el primer tiempo por medio de Paul Cominges, quien sino fallaba, siempre se encontraba ante la solvencia del golero Robert Siboldi. Los uruguayos también se acercaron hasta el arco de Miranda, pero su mejor ocasión fue desperdiciada a los 9’ por Sergio ‘Manteca’ Martínez, cuyo remate salió desviado junto a un poste.
En el complemento la situación se repitió en el área peruana cuando a los 70’ el defensa Eber Moas quedó a tiro de gol, pero su disparo se elevó por sobre el horizontal. La angustia peruana se disipó cinco minutos después con un tiro libre ejecutado por Martín Hidalgo, quien con desbordes por la banda izquierda ya había hecho sentir su presencia. Sin embargo, su momento estelar se dio con una perfecta ejecución de zurda que se clavó en la portería.
En adelante, el entonces vigente campeón sudamericano trató de empatar, pero la fortuna le volvió a sonreír a la blanquirroja cuando un tiro de Gonzalo de los Santos chocó en el travesaño. Así llegó el pitazo final del árbitro mexicano Antonio Marrufo, dándole los tres puntos a Perú en una jornada de suceso que se prolongó luego al vencer también a Venezuela y Argentina, metiéndose entre los cuatro mejores equipos del torneo.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recorte: revista El Gráfico; Video: Youtube / Usuario: sp1873
