Aurich - Municipal 1983: En el nombre del padre
Juan Aurich recibe a Municipal en Chiclayo, un partido que en 1983 presentó un particular duelo en el Elías Aguirre: Juan Eduardo Hohberg -técnico edil- enfrentó a su hijo Pablo Hohberg cuando éste dirigía al ‘Ciclón’.
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Roberto Gando | @Roberto_Gando Editor |
La temporada de 1983 comenzó complicada en Chiclayo incluso desde antes de entrar a la cancha. Cuando recién se comenzó a armar el plantel, se anunció al exjugador chiclayano Óscar Cuadra como técnico, pero al llegar a la primera fecha -en la que Aurich visitó a Sport Boys en el estadio Lolo Fernández-, éste no viajó a Lima y en el banco de suplentes apareció como DT Pablo Hohberg -padre de Alejandro, el actual volante de la Vallejo-.
Así, se estableció una continuidad en la dirección del ‘Ciclón’, pues en la anterior temporada fue Juan Eduardo Hohberg quien dirigió los destinos de un equipo que acabó tercero en el torneo. Esa relación cercana le permitió ver, desde la tribuna y junto a los dirigentes chiclayanos, cómo su hijo hacía su estreno en el fútbol peruano, sacando un empate a un gol frente a los rosados.
Las postales
A medida que avanzó el campeonato, la relación del nuevo técnico se deterioró por la falta de buenos resultados -un empate con UTC de local y una derrota ante Melgar en Arequipa-, y cuando llegó el momento de encarar la fecha 4 se produjo el esperado encuentro familiar.
La visita de Municipal a Chiclayo se tornó muy esperada no solo por el duelo entre padre e hijo, sino también por los jugadores con los que contaba el cuadro edil, entre los que se contaban a Eduardo Malásquez, Franco Navarro y Hugo Sotil.
El choque se jugó el sábado 7 de mayo ante poco más de dos mil aficionados, los que lejos de disfrutar de un espectáculo futbolístico, tuvieron que soportar el fuerte juego de la visita. Tras un primer tiempo sin goles, y cuando solo habían transcurrido cuatro minutos del complemento, una jugada de Malásquez al quitarle el balón a Alfredo Jáuregui acabó en el único tanto del compromiso.
Pese a los reclamos del conjunto local por una supuesta falta, la acción siguió con un pase hacia Navarro, quien se sacó de encima al golero Alberto Párraga para convertir el 0-1. Tras aquel encuentro, la carrera de Pablo Hohberg al mando de Aurich siguió durante otras tres jornadas en las que sumó tres puntos, siendo su último partido un empate sin goles ante Atlético Torino en el Mansiche de Trujillo.
Desde entonces, no se ha vuelto a saber de otro caso similar en el fútbol peruano, en el que un clan familiar tomó bandos opuestos al menos durante noventa minutos.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diario La Industria de Chiclayo
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