Bendecido con sal
En 1969 se disputó la tercera edición de la Copa Perú y, por aquel entonces, el fútbol puneño aún no había tenido la fortuna de llegar hasta instancias finales del naciente "fútbol macho". No obstante, hubo un equipo que sorprendió y, sin ser favorito, arribó por primera vez hasta la Etapa Nacional. Ese elenco era el Club Deportivo Salesianos, que fue fundado en 1952 por un grupo de estudiantes del colegio Salesiano de Puno que, una vez formado el equipo, tuvieron la desdicha de salir nueve veces subcampeones provinciales (de manera consecutiva), detalle que no les permitió ingresar a la Etapa Departamental.
Sin embargo, la temporada 1969 fue muy distinta. Salesianos logró el título provincial y, en la Departamental, simplemente fue dejando rivales en el camino: eliminó al Julio Frisancho, Magisterio Primario, Cultural Pukará, Cultural Bolognesi, Colegio Nacional de Asillo y Bancos Unidos, con lo que obtuvo el título y avanzó a la Etapa Regional, instancia que se disputó integramente en el Cusco. En su primer partido, Salesianos venció 3-2 a Deportivo Arco de Ayacucho. Posteriormente, dio cuenta del Mariscal Cáceres de Madre de Dios por 4-3 y del representante de Apurímac por 4-1, para finalmente -en el partido más importante de su campaña- derrotar 1-0 al Deportivo Garcilaso y lograr la histórica clasificación a la Finalísima.
En olor a multitud
Con el boleto a la Finalísima, llegó el momento de que Salesianos emprenda el viaje a Lima. El martes 22 de abril, cinco días antes del debut, la delegación puneña, correctamente uniformada de azul (color distintivo de la congregación salesiana), hizo su arribo al Aeropuerto Jorge Chávez y se topó con una gran cantidad de alumnos provenientes de los colegios salesianos de Lima (Breña y Magdalena) y el Callao, quienes acompañaron -con cánticos bulliciosos- al traslado del equipo a su concentración, el colegio Salesiano de Breña. Una vez instalado, Deportivo Salesianos fue diseñando su plan para encarar la Finalísima.
La primera gran medida que adoptó Salesianos fue la de conseguir un asesoramiento técnico. Y las miradas apuntaron a Roberto Drago y Alberto Terry. Asimismo, la delegación engrosó su plantilla con jugadores del Salesiano de Breña, ya que solo llegaron a la capital con 16 futbolistas junto a su técnico Domingo Portugal, más conocido como 'Garrincha', quien también hacía las veces de jugador. Al final, gracias a la gestión del padre Humberto Olivera, quien también era presidente del equipo, se pudo conseguir los servicios de 'Tito' Drago para que asuma la dirección técnica del equipo y, de inmediato, se sumerja a la concentración del equipo. La ilusión, pues, era única en la escuadra puneña; no obstante, las diferencias de plantel con sus demás rivales, finalmente, le terminaron pasando factura.
De golpe a la realidad
La campaña del Salesianos en la Finalísima de 1969, más allá del entusiasmo de la previa, fue calamitosa. Solo registró un triunfo en sus cinco presentaciones y terminó colero absoluto. Todo comenzó el domingo 27 de abril a las 13:45, en el preliminar del triplete que se programó en el estadio Nacional. El primer rival de Salesianos fue el San Lorenzo de Chiclayo, que venía de eliminar a Alianza Atlético en la Regional Norte. Aquel partido culminó 2-0 a favor de los azulgranas, que salieron airosos con goles de Andrés Esquerre a los 9' y 55'.
Posteriormente vino la catástrofe puneña. El miércoles 30 de abril, a las 19:00, a Salesianos le tocó enfrentarse ante el poderoso Carlos A. Mannucci -a la postre campeón del torneo-. El elenco carlista, como era obvio, no perdonó: le endosó un contundente 8-0 con goles de García (3', 20' y 31'), autogol de Ayllón (35'), y tantos de Zevallos (46'), Herrera (52'), Carrión (57') y Quipuzco (88'). Cuatro días más tarde, el domingo 4 de mayo, el nuevo verdugo de Salesianos fue CNI, que lo derrotó por 4-0 con anotaciones de Inocencio La Rosa (19'), Adolfo Cáceres (31' y 84') y César Cortes (88').
En la penúltima fecha, con Salesianos sin opciones matemáticas de pelear el ascenso a Primera, llegó la cuarta derrota consecutiva. El miércoles 7 de mayo, Melgar de Arequipa, que salió al gramado del estadio Nacional sin cinco de sus titulares, le aplicó un 2-0 a la escuadra puneña con goles de Eusebio Leyva a los 32' y 41'. Con ese resultado el elenco arequipeño igualó en la cima a Mannucci, mientras que a Salesianos solo le quedaba limpiarse el rostro para regresar con honor a Puno.
La despedida de Salesianos de la Finalísima fue digna: el domingo 11 de mayo vapuleó 4-1 al Unión Ocopilla de Huancayo con tantos de Pascua (2' y 49'), Álvarez (57') y Cachichatare (43') -descuento vía un autogol de Ayllón (3')-, en resultado que, igual, no le permitió abandonar el sótano. No obstante, ese último partido fue solo un pequeño anuncio de lo que, años más tarde, la región Puno, futbolísticamente más consolidada, empezó a dejar como huella en las instancias decisivas del "fútbol macho".
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diario La Crónica
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