Reviviendo victorias en mayo
No es el mes de la Virgen para los ortodoxos del este europeo, pero algunas de las principales hazañas realizadas por los rusos, sobre todo deportivas, se recuerdan en mayo. Tradición que ahora refrendó el Zenit de San Petersburgo.
Fotos: el-mundo.net, sport.es
Pocos
conocen la vasta historia rusa, sus principales fiestas populares y sus celebraciones.
Casualmente, una de las principales celebraciones rusas es la fiesta de la victoria, que se celebra el día 9 de mayo con motivo de la tenacidad y valor del Ejército Rojo que logró derrotar a los
fascistas de Benito Mussolini en la II Guerra Mundial. Todo Rusia durante todo el mes colorea
sus fachadas y vestimentas para conmemorar dicho acontecimiento.
Mayo da cabida también a las gestas deportivas. Por ejemplo el CSKA de Moscú consiguió en el transcurso de ese mismo mes, pero en 2005, el título de Copa UEFA. El elenco de la capital venció en Lisboa al dueño de casa Sporting por 3-1 en la final, tras remontar un marcador en contra.
Y si hay 3 motivos para celebrar en la tierra de los zares, mayo ejerce su misterioso poder en los países vecinos también, a través de equipos ex soviéticos. El Dinamo de Kiev lo hizo por partida doble, en 1975 y 1986, cuando se llevó a Ucrania la fenecida Recopa de Europa tras derrotar a sus similares del Ferencvaros de Hungría y el Atlético Madrid de España por sendos 3-0, respectivamente. Este mismo trofeo lo ganó en 1981 el Dinamo Tblisi, hoy de Georgia, que batió por 2-1 al Carl Zeiss Jena de la desaparecida República Democrática Alemana.
Sin
embargo ese efecto positivo de mayo en Rusia se vió quebrado en una ocasión, una que ilusionó a los derrotados de hoy con poder repetir la historia y
manchar el mes místico del país rojo por segunda vez. La única final perdida de
un equipo ruso en copas europeas fué precisamente ante el Glasgow Rangers, que derrotó al Dinamo de Moscú por 3-2 en el Camp Nou de Barcelona en la final de la Recopa de 1972. Pero el Zenit se encargó de volver la historia a su lugar.
Se podría decir que todas la copas europeas suelen jugar sus finales en mayo y que los triunfos rusos en ellas no obedecen a un efecto ejercido por el mes. Pero es indiscutible que esa fiesta de la victoria que tuvo lugar una vez en la historia sirve en la tierra de los zares como musa inspiradora a otras grandes batallas, ahora desarrolladas sobre una cancha de fútbol.
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