¿Retorno oportuno?
Deportivo Quito volvió a la escena internacional después de una década con el empate ante Universitario, apenas unas semanas luego de que su archirrival, Liga Deportiva Universitaria, se alzara como campeón de la Copa Libertadores.
Foto: futbolecuador.com
Para
Deportivo Quito, la Copa Nissan Sudamericana significa su reinserción en el
concierto internacional luego de diez años de ostracismo. Desde la Copa
Libertadores de 1998, cuando cayó en primera rueda con Barcelona, América de
Cali y Atlético Bucaramanga, la ‘Academia’ no actuaba en un torneo continental. Este
retorno coincide con el mejor momento institucional del club del barrio de Carcelén, ya
que desde este año sigue un modelo de administración distinto que le permite
recuperar las décadas perdidas en medio de disputas internas, sequía de títulos
y una hinchada que fue lo único que creció y mantuvo vivo al club.
La rivalidad Liga-Quito es añeja -data de los años '50-, pero en los últimos años se ha intensificado a niveles extremos. El clásico quiteño, históricamente, fue Liga versus Aucas, un típico enfrentamiento entre las clases dominantes y la extracción popular, respectivamente. Sin embargo, el debilitamiento y la destrucción continua de Aucas le impidieron ser protagonista y estar a la altura del crecimiento sostenido de Liga en los últimos años.
Entonces, entró el Quito como su rival, especialmente en el nivel de hinchada. No es que tenga una enorme afición, pero es reconocido por todos en la capital ecuatoriana como la que más se hace sentir, la más alentadora y la más creativa del país; y al mismo tiempo, una de las más violentas.
Por cierto, aunque su apodo sugiera un símil con Deportivo Municipal, Deportivo Quito vendría a ser más bien una especie de Sport Boys: un equipo con extracción barrial, con una hinchada brava y difícil, aunque no mayoritaria.
* Esteban Ávila es periodista del diario El Comercio de Quito
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