Cero y cero dan uno
Universitario y Deportivo Quito enfriaron aún más la noche limeña con 90 minutos de suma cero. En actitud, en fútbol. Un empate sin goles más que amargo para los de Gareca, que olvidaron la garra en la concentración y dejaron la vocación ofensiva en el camarín. La visita hizo el negocio: corrió y metió lo necesario para llevarse un punto de vuelta a la capital ecuatoriana.
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Fotos: ANDINA, EFE
Si dentro de la táctica del entrenador visitante Carlos Sevilla hubiera estado el factor psicológico que pudiese haber ejercido la nueva indumentaria de su equipo, podría decirse que hasta eso le funcionó. Deportivo Quito saltó al Monumental con una camiseta idéntica a la del poderoso Olympique de Lyon y desde el primer minuto neutralizó a Universitario, que, sumido en un desorden desesperante, no encontró ninguna de sus fórmulas de triunfo. Con sus creativos escondidos y los delanteros en agónica soledad, la ‘U’ careció de claridad para ir al frente y padeció la ya acostumbrada inocuidad de sus atacantes.
¿DÓNDE ESTÁ DONNY?
Si en el campeonato local Donny Neyra es un peligro para cualquier defensa rival, a la hora de demostrar su valía a nivel continental sus números siguen en rojo. Y rojo intenso. Neyra fue absolutamente intrascendente en un partido que exigía su protagonismo. Escondido y asfixiado por la maraña defensiva que planteó el Deportivo Quito, el '10' no fue el nexo de la medular crema, lo cual se tradujo en un cuadro local muy largo y con una deslucida ofensiva. Pregunta común a estas horas: visto el cansanco de Donny, ¿por qué no se intentó con creativos más frescos como
‘Cachito’ Ramírez o el mismo Candelo?
MEDIO PARTIDO POR LA MITAD
Ante la falta de argumentos de Universitario y el planteamiento mezquino de la visita, el partido pasó a disputarse en el medio. Allí, Rainer Torres y Antonio Gonzales estuvieron correctos en la marca, pero tuvieron que asumir roles de creación que muchas veces dejaron vacíos ante el contragolpe quiteño. Eso provocó un partido trabado de principio a fin, con Gonzales abocado a la falta táctica, frenando las arremetidas de Cortez y Minda.
ESTRATEGIA ERRADA
Quito planteó un sistema defensivo que obligó a Universitario al peruanísimo pelotazo especulativo, ya que ni Rabanal ni Miguel Torres encontraban la salida necesaria por las bandas y fueron bien cubiertos por el experimentado Corozo y por Nazareno. En área ecuatoriana, ‘Malingas’ -que es un ‘9’ sin gol y solo Gareca sabrá qué puede aportar- caía rendido ante la realidad: sus marcadores, de biotipo imponente, despejaban casi sin saltar cuanto balón rondaba los aires de su zona. Así se fueron esfumando las propuestas ofensivas de Universitario, la paciencia de la hinchada y el partido.
ASÍ SE DEFIENDE EN QUITO
Quizá lo más rescatable de este soso encuentro (en el que tampoco brillaron los botines visitantes del ex- Alianza Lima Luis Fernando Saritama, el ex San Martín Martín Mandra y el corpulento artillero Léider Preciado) fue la impecable labor defensiva del Quito. El sistema contó con dos centrales muy solventes como Mina y Checha, respaldados por laterales como Corozo y Nazareno, cumplidores tanto defensiva como ofensivamente. La primera línea de volantes, conformada por Cortez y Minda, estuvo siempre acertada en la marca y en la distribución para Mandra y Donoso, que, sin embargo, no trascendieron demasiado. 
En los últimos 15’, Sevilla decidió armar una línea de cinco -con Cortez más retrasado-, lo que cortó definitivamente los circuitos ofensivos de Universitario.
RECAMBIO ALETARGADO
La 'U', sabiendo que no le había salido nada hasta el minuto 65’, debió tener una reacción más enfática desde el banco. Gareca demoró en retirar al nulo Jiménez por el movedizo y encarador Labarthe. Por otra parte, lo del zurdo Landauri por la banda derecha fue más que predecible; seguramente hubiera hecho más daño por su lado predilecto. Porque, en cuanto a ganas, lo del ex rosado fue irreprochable. En esa línea, la postal del rendimiento físico estudiantil la marcó el cambio de Rainer Torres. El incansable soldadito de la medular crema esta vez se cansó y contagió a todo el equipo. La seguidilla de partidos merma las posibilidades de Universitario de pelear torneos paralelos.
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