Pinchador de ilusiones
Universitario de Deportes es el equipo peruano mejor rankeado en la Conmebol por torneos internacionales. Parte de este relativo éxito se debe a que ha sabido hacer respetar su localía. Si ha sido capaz de demostrarlo frente a un tipo específico de rival, ese sería el que viene de Argentina pero no de Buenos Aires, sino del interior de aquel país. No son muchos los provincianos gauchos que llegaron a Lima a enfrentar a los merengues, apenas lo ha hecho Rosario Central en dos ocasiones (sacó un empate 1-1 en el 2001 y perdió por 3-2 en 1971) y Estudiantes de La Plata. El ‘Pincha’ fue el primer no porteño que chocó contra el muro crema en Lima, en 1968, y se tuvo que regresar con las manos vacías pues fue derrotado por 1-0.
Aquel cuadro platense iba a ser uno de los más fuertes del mundo en aquel momento, de hecho sería campeón de aquella edición de la Copa Libertadores y también de las dos siguientes. Incluso se impuso en la Copa Intercontinental de esa estación, la del 68, al Manchester United. A partir de aquel logro es que hasta el día de hoy en la camiseta del Estudiantes reza la leyenda “Campeón del Mundo”. Pero en la primera quincena de marzo de 1968, no tenía esa historia pero sí un presente bastante sólido. Más allá de que se trataba de una escuadra prácticamente desconocida en el medio, básicamente por su origen, Estudiantes era el equipo sensación del momento del fútbol Argentino. Llegó a Lima como campeón del Metropolitano del año anterior y también era el vigente subcampeón nacional de su país además de exhibir una racha de 30 partidos sin perder, incluida la primera ronda de la Copa. Pero entonces la ‘U’ era, como pretende serlo esta noche frente a Godoy Cruz, un cuadro copero.
Con qué plantar cara
Ese Estudiantes era la sensación del fútbol argentino. No solo llegaba con los pergaminos antes expuestos, si no que había que añadirle la cuota de desconocimiento general que se tenía sobre este club. Era su primera participación internacional, pero llegaba como el líder del torneo argentino. Algo así como ahora lo hace Godoy Cruz, que es la revelación del fútbol platense, pero con la diferencia de que aquel campeonato de la AFA tenía un nivel mucho más elevado que el que ostenta hoy en día. Ese equipo de la llamada Ciudad de las Diagonales, tenía entre sus figuras, en primer término, a su técnico Osvaldo Zubeldía, quien entonces no era notable pero pasaría a la historia como una gran referente de la conducción técnica. Él había llegado tres años antes al equipo, por medio del presidente Mariano Mangano, para salvarlo del descenso y lo hizo ganar el campeonato nacional, continental, intercontinental y mundial.
Los jugadores de Estudiantes de La Plata no eran simples obreros, sino los mejores jugadores argentinos de la época. Y definitivamente los más avispados. En ese plantel pincharrata destacaban los doctores Carlos Bilardo y Raúl Madero, su central Aguirre Suárez, Carlos Pachamé -quien llegó a Lima reconocido como la figura del equipo-, Óscar Malbernat -luego dirigiría a la U y a San Martín- y Juan Ramón ‘La Bruja’ Verón, el padre de Juan Sebastián. Era un equipo duro para tiempos en que el fútbol tenía que jugarse duro. Eran los mejores en eso y por eso lo ganaron todo. Menos su partido en Lima porque Universitario no estaba pintado. Había ganado su grupo en la primera fase con la autoridad que se podía lograr entonces frente a equipos bolivianos y superando en la diferencia de gol a Sporting Cristal. Así como los ‘Pinchas’ tenían a Zubeldía, los cremas contaban con Marcos Calderón. Con solo mencionar su nombre ya se conoce el salto de calidad que tenía el equipo en el banco. Además jugaban Lucho de La Fuente, Héctor Chumpitaz, Roberto Chale, José Fernández, el ‘Colorao’ Cruzado, el ‘Calato’ Víctor Calatayud, ‘Kilo’ Lobatón, entre otros grandes futbolistas peruanos de aquellos años.
Bien plantados
Es conocido que aquel equipo de La Plata no era precisamente el más limpio de todos. Se hicieron famosos por jugar al límite del reglamento y, si se les daba piso, lo sobrepasaban directamente. Generar grescas, hacer tiempo, reclamos exasperantes al árbitro y las legendarias agujas con las que hincaron a los ingleses del Manchester por la Intercontinental del 68, son algunas de las armas poco nobles, pero muy efectivas, que usaron esos Bilardos, Verones, Pachamés y demás. Pero al Estadio Nacional entraron muy caballerosos, blandiendo la bandera peruana entre todos y agitándola al cielo hasta tres veces antes de iniciar el partido. Esta formalidad, divorciada del actuar dentro del campo, fue el preámbulo de lo que sería una noche más oscura que las demás para ellos. Quizá porque hay que ser fiel a uno mismo siempre.
Universitario formó con Correa; Gonzales, La Fuente, Fuentes, Chumpitaz; Fernandez, Chale; Calatayud, Flores, Uribe y Lobatón. Los pinchas que entraron con nuestra bandera fueron Poletti; Manera, Aguirre Suárez, Madero, Pachamé; Bilardo, Malbernat; Ribaudo, Conigliaro, Echecopar y 'La Bruja' Verón. Estaba escrito que Estudiantes de la Plata no la pasaría bien en ese partido. Del saque nomás, se lesionaron Pachamé y el cirujano Madero. Más adelante cayó también Aguirre Suárez. Mucha ventaja en favor de Universitario que tampoco pudo alinear a Lucho Cruzado. La ausencia del colorado socio de Roberto Chale hizo que el cuadro crema no luciera en el nivel que había mostrado en presentaciones anteriores y en la campaña antecesora en la que derrotó a River Plate y a Racing a domicilio. Entendedores de este deporte, los argentinos no arriesgaron desde el inicio pues conocían de las virtudes del oponente y estaban conscientes de que no alcanzarían la plenitud de su potencial.
¿Qué hizo Estudiantes de La Plata entonces? O que mejor sabía hacer: pensar. Conocedores de sus fortalezas, sacaron nuevamente el manual del pragmatismo -que de haber existido lo hubiera escrito Zubeldía- e hicieron lo que mejor sabían. Una de esas nociones, cómo no, era la de golpear hasta la frontera de lo permitido (y si no los veían, más allá) a los rivales. En la imagen se aprecia que no solo los defensas eran agresivos en sus contactos con el rival, pues quien aparece es Echecopar, delantero por dentro, quien va a planchar la pierna de Héctor Chumpitaz. Otra de sus artes era la de hacer tiempo, doctores en la materia -ya no solo Madero y Bilardo en esta- quemaron todos los minutos que pudieron simulando lesiones y efectuando quejas a los réferis. Esto desesperó a los mismo paraguayos que dirigieron el cotejo, tanto así que cuando se lesiona Aguirre Suárez, ellos mismos lo sacan cargado del campo (ante lo que, obviamente, reclamaron los argentinos). Todas estas mañas le valían de mucho, pues hasta los 80 minutos se llevaban un 0-0 bastante provechoso dadas las circunstancias y de paso conservaban el invicto que se estiraba a 31 partidos. Pero faltaba que apareciera ‘Kilo’.
El mejor de los equipos
Cada uno en lo suyo, para ser justos. Universitario dominó al favorito argentino y lo tuvo encerrado en su cancha. No caía el gol, pero no cayó en la desesperación como sí lo hizo el público en las tribunas. Buscó y siguió buscando sin desmayo, hasta que los 81 minutos se abrió la puerta que tan bien estaba cuidando Poletti. Fue en ese instante en que ‘Kilo’ Lobatón, tantas veces protagonista, apareció para capitalizar el esfuerzo de Fuentes que había empujado desde atrás para conseguir el gol del triunfo. En los minutos finales lo que se apreció fue el empuje de los platenses, con raza de campeones que llegarían a ser tantas veces, que fueron a buscar un empate que no encontrarían. Mostraron su casta, como en otras tantas canchas donde se les reconocería como los mejores y también lo hizo Universitario, que se bajó al cuco en su cancha y no se quedó solo en la superioridad futbolística, sino también en el marcador
El Universitario de aquellos años tuvo grandes partidos, como este. Le ganó a los más complicados rivales en Lima y en canchas ajenas. Era emocionante velo jugar, picaba de aquí y de allá grandes resultados que esperanzaban a la afición, pero no podía concretar con un título. El Universitario de hoy día tiene un potencial que se está desperdiciando por problemas extra deportivos. Sin embargo tiene con qué superar rival de turno, Godoy Cruz. Quizás solo alcance para este y dos o cuatro partidos más y finalmente se pinche la ilusión, pero que se dé para tener nuevas imágenes como esta con referentes como ‘Chumpi’ y ‘Marquitos’ Calderón, así, ganadores. Y quien sabe si hasta dé para más.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos y recortes: diario La Crónica
escrito por Rolando , October 20, 2011
escrito por Piero , October 20, 2011
"Universitario de Deportes es el equipo peruano mejor rankeado en la Conmebol por torneos internacionales."
escrito por toño , October 20, 2011
escrito por Piero , October 20, 2011