Casa de préstamo

La Copa de Campeones de América fue el nombre con que se conoció originalmente a la Copa Libertadores. Empezó en 1960 con un formato bastante rudimentario; para 1967, el torneo ya se había instalado en el corazón del público sudamericano pero no había logrado cuajar una estructura como la que tiene hoy en día. Dentro de un marco de asimetría en la disposición de grupos, ese año, el campeón y subcampeón peruano, Universitario y Sport Boys, enfrentaron en su grupo a los venezolanos Deportivo Italia y Deportivo Galicia. Hasta ahí ninguna novedad, pero esta aparece cuando se advierte que en el mismo grupo estaba también el Cruzeiro de Brasil.
Si este grupo, el Grupo 1, era desproporcionado por tener cinco equipos, más lo eran los otros dos, los Grupos 2 y 3, que tenían seis y siete respectivamente. Los enredos no terminaban en la primera ronda con la clasificación de los dos primeros de cada llave, sino que se formaban nuevos grupos a los que había que sumarle al campeón vigente. De este modo quedaban siete equipos para disputar lo que se llamaba Semifinal y se dividían en dos series, una de tres y otra de cuatro equipos. Los ganadores de cada una se enfrentaban en la final para definir al campeón. Esa fue la Copa en que la ‘U’ derrotó a River y a Racing en menos de 48 horas en Buenos Aires y en la que a pesar de quedar segundo en su Semifinal -por diferencia de goles-, recién perdió la posibilidad de jugar la final cuando cayó en un partido extra, jugado en Santiago, contra Racing, primero de aquella Semifinal y a la postre campeón del torneo. Pero lo más extraño de todo se vio en la primera etapa, cuando los venezolanos fueron locales en Lima ante Universitario y Boys.
Primero se juega aquí
En rigor, los primeros partidos de ese Grupo 1 se jugaron en Caracas. Italia le ganó 1-0 a Galicia y luego el Cruzeiro dejó su huella al derrotar por 0-1 al Galicia y golear 0-3 al Italia. Luego de esos primeros encuentros, fue tiempo de que Lima albergara los suyos. Se había dispuesto que los peruanos sean locales en primer término ante los equipos llaneros, cosa efectivamente sucedió y con más de una "gallega" sorpresa. Los cuatro choques sucedieron en cuatro días en medio de dos dobletes. Se esperaban los triunfos locales; sin embargo Boys, perdió 1-2 ante Galicia (Universitario le ganó 3-0 a Italia en esa primera fecha que enfrentaba a campeones y sub campeones). En la segunda fecha, Boys pudo lavarse la cara y le propinó una nueva goleada al Italia, esta vez por 5-2. Pero Galicia se encargó de ponerle emoción a la serie tres vencer por 0-2 a la ‘U’.
Nada extraño hasta ahí, pues lo equipos peruanos suelen perder cuando son locales. Pero sí llama la atención que se haya decidido que Lima sea la única sede de esta llave por problemas que llegaron cargando consigo Galicia e Italia. Su caso no era nada sencillo pues se dijo que estaban “desafiliados de la Liga de Fútbol de Venezuela” dentro de un proceso de profesionalización del fútbol llanero e incluso que no deberían ser los representantes del país. Ese anuncio fue realizado por un justamente olvidado señor Escartín. Don Teófilo Salinas, presidente de la CONMEBOL, llegó a ser acusado de sabotear a los clubes venezolanos. Nada tan alejado de la realidad; una vez aclarado el tema, los venezolanos viajaron a Belho Horizonte para que Cruzeiro le encaje un 3-1 a Galicia y un 4-0 a Italia. Curiosamente, Galicia no pudo ganarle a Italia en ninguno de los partidos que los enfrentó, pero fue el cuadro azul el que se comió las más vergonzosas goleadas.
La vuelta también
Pero los absurdos siguieron dándose en esa Copa Libertadores. Antes de que los venezonalos dejen Lima con rumbo de Brasil, se decidió que no volverían a jugar en Caracas. Esta vez ya no se trataría de su irregular representación del fútbol de su país sino que se argumentó que en Venezuela, el fútbol no era del interés del público si no era que se llevara equipos con mucho cartel y con jugadores renombrados. Con este argumento, se propuso que en Perú obtendrían unas taquillas mayores y cremas y rosados se verían beneficiados. Se aprobó este sinsentido deportivo y los venezolanos fueron locales de los partidos de vuelta en Lima.
El absurdo quiso llevarse más allá y llegó a proponérsele a Cruzeiro que resigne su localía y que se juegue una suerte de "pentagonal" en Lima. Por supuetso que los brasileños rechazaron esta posibilidad -que servía la clasificación a los peruanos y que solo la 'U' conseguiría- dando como respuesta que en las fechas propuestas tenían compromisos impostergables en su país. "U y Boys siempre irán a Brasil" rezaba un titular de aquellos días, como si tuviera lógica que no hubieran ido a jugar allá. Esta de todos modos faltó, pues el 25 de marzo de ese año, Universitario "visitó" a Galicia en el Estadio Nacional y le devolvió el 0-2 de la "ida". Boys no pasó de un empate sin goles frente a Italia en un partido que fue dirigido por el árbitro chileno Reginatto. Aquella noche, 'Tito' Drago, técnico rosado, fue expulsado por el colegiado quien dijo que el DT habría incurrido en conducta antideportiva. Lo cierto es que Drago reclamó airadamente lo que él consideraba una actuación cuestionable que le costó el triunfo a su equipo.
Para la segunda fecha de las "vueltas", Boys ya casi no tenía nada que hacer en la competencia pero igual se dio el gusto de derrotar por 0-2 al Galicia con goles de Carlos Solís. Un Boys "inofensivo" a decir del diario del día siguiente. Universitario por su parte tuvo que esforzarse al máximo para vencer al Italia por "0-1" sin Roberto Chale ni José Fernández en sus filas. El partido fue accidentado y muy violento, especialmente después de que Víctor Calatayud consiguiera el tanto que sería de la victoria a los 65'. Los venezolanos se exaltaron más de la cuenta e iniciaron una gresca en el campo que empañó el buen espectáculo que ambos equipos venían entregando al público "visitante". Se le reclamó al equipo venezonalo que incluso después de terminado el match se haya cerrado y no diera declaraciones a la prensa. Una actitud bastante extraña, por cierto, dado que Italia ya estaba prácticamente eliminado.
Luego de eso, Galicia volvió a enfrentar a Italia en Caracas, donde ambs equipos empataron sin goles. Fue el final de una campaña olvidable, para ellos, y que solo se recuerda porque cedieron su localía a los rivales a cambio de una mejor taquilla. Los peruanos, por su parte, querían jugar contra Cruzeiro el 11 y 13 de abril, pero tampoco se dieron su gusto. Recién a finales de abril, en Belho Horizonte golearon a la 'U' por 4-1 en el primer choque que ese año un peruano sostuvo con el equipo brasileño. Después vendría a vencer al Boys por 1-2 y a empatar contra los cremas por 2-2. Dos nuevas caídas de los rosados, ya como locales, 1-3 en la cancha del Cruzeiro y 0-1 contra la 'U', le dio la clasificación a estos dos equipos que terminaron su participación en la siguiente etapa.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos y recortes: diario La Crónica

Lo terrible es que hay medios que ya piensan en Mendoza, ¿si se le voltea la torta a la U?