La Calera - Chapecoense: Sin llenar el techo
Víctor Trejo | @victoraul80 Redactor |
El Capo: Un luchador
Cargar con todo el peso ofensivo de Unión La Calera no fue obstáculo para Marcelo Larrondo. El atacante de 30 años, sobre la base de pundonor y esfuerzo físico, tuvo en línea a sus defensores, ordenó a su equipo desde su sector y se convirtió en el mayor dolor de cabeza de la escuadra visitante. Desde el primer minuto y hasta que el juez del encuentro dictó el final, Larrondo siguió galopando sin descanso por el área brasileña.
La Pizarra: Intenciones opuestas
El DT argentino de Unión La Calera Francisco Meneghini alineó con un 4-3-1-2, en el que los dos centrales -Pablo Alvarado y Erick Figueroa- fueron los encargados de comenzar los ataques. En punta, está dicho, Marcelo Larrondo tuvo un trabajo encomiable, aunque nunca encontró compañía ofensiva en Eugenio Isnaldo. Para el complemento las cosas mejoraron con el ingreso del ex Boca Juniors Walter Bou.
Por su lado, Claudinei Oliveira formó un 4-1-4-1, con laterales más enfocados en tareas defensivas y dos volantes abiertos: Diego Torres y Renato, en constante trabajo físico para interrumpir la salida fluida de los dos centrales locales.
El Duelo: Duro de domar
Larrondo luchó cual espartano contra Rafael Pereira y Douglas. Los brasileños, sobre la base de juego brusco, no dejaron respirar al ariete en el primer tiempo. Ya para el complemento el centrodelantero supo escabullirse de los centrales y gracias a la compañía del ingresado Walter Bou supo llevar peligro al arco defendido por Ricardo Joao. Tuvo ocasión de romper el empate hasta en dos ocasiones, pero el guardavallas contrario le ahogó el grito de gol.
La Clave: Los palos son así
Cuando el cotejo estaba cuesta arriba para Chapecoense, Renato tuvo la mejor ocasión de anotar del encuentro. Bruno Pacheco robó el balón en terreno local, levantó la cabeza y lanzó un servicio al segundo palo del arco de Augusto Batalla; el esférico fue lanzado con precisión, pero también con cierta violencia. Renato llegó un segundo tarde y golpeó el balón, pero este rebotó en el poste. En un partido disputado, el palo también jugó para el empate.
El Cambiazo: La mano del DT
Con el ingreso de Bou, la escuadra cementera encontró al acompañante perfecto para el combativo Larrondo. Ambos arietes se ubicaron en el frente de ataque, y fue el primero el encargado de aprovechar los espacios brindados por el segundo. Con dos tanques ofensivos, La Calera tuvo a mal traer al 'Chape', pese a lo cual el empate no se movió.
La Cancha: Pasión en las gradas
Por primera vez en sus 65 años de creación, Unión La Calera disputa un torneo internacional. Para la ocasión, el estadio Municipal Nicolás Chahuán Nazar se llenó de banderolas: sus tribunas lucían el rojo ardiente de su camiseta y de lado a lado se escucharon cánticos a favor de los guerreros cementeros. En tanto, un grupo reducido de simpatizantes del 'Verdao' también alentaron con igual fervor a los suyos, en un día especial pues era el primer partido que el cuadro de Chapecó jugaba por Sudamericana desde la terrible tragedia aérea de 2016.
El Extraviado: Sin ayuda
Con un esquema que privilegió el cero en arco propio, el único atacante fijo de la visita, Wellington Paulista, :ufrió hambruna de pases que lo dejaran en posición de anotar. El desempeño del delantero pasó desapercibido, nunca encontró sintonía con sus volantes y resignó sus apariciones a las escasas jugadas de balón parado de las que gozó su conjunto.
Kazuki Ito: Buen criterio
Las únicas dos tarjetas amarillas mostradas fueron a causa de acciones imprudentes y sin derecho a reclamo. El árbitro uruguayo Gustavo Tejera se especializó en dejar que el juego fluyera, sin atentar contra la integridad de los jugadores. El cotejo no registró jugadas polémicas gracias al buen desempeño arbitral, y también a la conducta deportiva de los futbolistas.
Fotos: AFP
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