Foto: ConmebolUn partido trabado acabó decantándose, en 7 minutos de brillantez, hacia una impensada goleada de Macará por 0-3 en territorio boliviano. Michael Estrada, con un hat trick tan letal como fugaz, liquidó a Guabirá.

El Capo: Tres goles para llevar

Michael Estrada se llevó los aplausos y reconocimientos de la noche montereña. El 'Fideo' enmudeció con tres goles el Gilberto Parada. Sus compañeros Jonathan de La Cruz y Carlos Arboleda fueron los dos asistentes para marcar, y otra se la fabricó individualmente. Dos disparos con pie derecho y uno con zurda lo catalogan como figura indiscutible.

La Pizarra: Si funcionó, volvamos a intentarlo

Guabirá salió con la típica formación 4-trapecio-2. El técnico Ronald Arana no decidió esperar en su campo; por el contrario, necesitado por un gol que clasificara a su equipo, decidió poner en ofensiva a Maximiliano Velasco y a Kevin Ríos. Los volantes Jorge Lovera y Miguel Ríos, por su parte, se encargaban de trabar a los rivales. No obstante, el primero de ellos recibió una amarilla, y por eso en el segundo tiempo Arana decidió cambiarlo ante el riesgo de una eventual expulsión.

Paúl Vélez, por su lado, llegó a Montero con la convicción de sellar la clasificación. Alineó el mismo once que jugó de local y que obtuvo la victoria por 2-1. El capitán Armando Gómez fue quien más lo intentó en el primer tiempo, por banda derecha. Sin éxito, en el complemento,  sus ataques se recostaron por la banda izquierda, con Jonathan de La Cruz y Ronald Champang. El resultado llegó cuando Estrada marcó los tres goles.

La Clave: Si presionamos, ganamos

Arboleda no anotó como en la ida, pero fue incisivo. Acá encara a Miguel Ríos. (Foto: Conmebol) 

El primer tiempo fue de puro contacto entre ambos equipos, con faltas en casi todos los sectores del terreno de juego. Los dirigidos por Vélez acertaron en presionar la salida del rival y darle a Guabirá por momentos el dominio del balón, para luego recuperarlo y atacar. La idea cuajó a partir de su buen juego colectivo y los cambios efectuados.

El Jugadón: En sus marcas... Gol de Estrada

El primer tanto del cuadro celeste llegó a los 70 minutos: Jonathan De la Cruz asistió con eficiencia a Estrada, quien definió de manera sutil con botín derecho al palo izquierdo del portero Luis Cárdenas. Ese tanto significaba toda la tranquilidad del caso para Macará, pero Estrada quería más, y lo encontró. Apenas 2 minutos después de su primer gol, robó el balón en medio campo a Gustavo Peredo y -cual correcaminos- emprendió la carrera y despachó a placer el esférico colocándolo al palo derecho del portero. Sensacional sprint para no dejar respuesta al cuadro rojo.

El Extraviado: Así es imposible

Kevin Ríos fue el encargado de estar atento para concretar las jugadas de su equipo. Sin embargo, eso no fue posible, ya que era constantemente neutralizado por los centrales visitantes Moisés Corozo y Alejandro Manchot. Solo dando unos pasos atrás para recibir la redonda y sacar el remate pudo causar peligro en una ocasión. Con el transcurrir de los minutos, el delantero guabireño se fue quedando sin opciones de ataque.

El Tapadón: Pecho anti goles

Velasco tuvo la chance de poner arriba a Guabirá en el primer tiempo. Acá se anticipa a Manchot. (Foto: Conmebol) 

Corría el minuto 26 cuando el arquero Javier Burrai detuvo con el pecho un disparo de Maximiliano Velasco, quien había sacado su remate cerca del borde del área. El ex San Martín, Deportivo Municipal y Sport Boys estuvo muy cerca de abrir el marcador y cambiar la tónica de la historia para el cuadro local.

La Cancha: Al final ganó el color cielo

El estadio Gilberto Parada, mejor conocido como la 'Caldera del Diablo', se vistió con traje rojo para recibir a Macará. El apoyo de los hinchas montereños tenía que hacerse sentir para que sus jugadores lograran el gol que los llevara a la siguiente ronda. Sin embargo, los tres tantos de Michael Estrada en el complemento apagaron las esperanzas locales y desataron la locura del puñado de hinchas celestes que hicieron el viaje desde Ambato, apostados en la parte baja de la tribuna preferencial.  

Kazuki Ito: Noche de caricias

Jesús Valenzuela dirigió el cotejo repartiendo amarillas: tres para cada lado, explicadas por el hecho de que el partido fue de roces constantes promovidos por los dos equipos. Sin embargo, a veces el juez venezolano se quedó corto: por ejemplo, en el minuto 11 Ronald Champang cometió una dura entrada que merecía amonestación, pero Valenzuela solo pitó la falta.

Los Goles

Fotos: Conmebol, AFP


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La ficha del Guabirá 0 - Macará 3

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