oto: cnn.comEspaña afronta el partido de este miércoles sabiendo que la historia pesa bastante en estas instancias y se inclina por Alemania. Se enfrentaron en tres mundiales y, por ello, los ibéricos tienen varios clavos que sacarse ante los teutones.

 

Se lee en todos los medios españoles. Se puede palpar la emoción que se vive en la península ibérica tras haber llegado por primera vez a unas semifinales de la Copa del Mundo y ubicarse entre los cuatro primeros por segunda ocasión (la primera fue en la Liguilla final de Brasil 1950). Sin embargo, lo que también se rescata de la prensa española es el hecho que España debe luchar contra su propia historia, además de los once alemanes que tendrá al frente.

Y vaya si con los teutones tiene una historia pesada: los enfrentó tres veces en las Copas del Mundo y solo pudo arrancarles un empate a uno.  Las otras dos fueron derrotas por el mismo marcador: 2-1.

¿Historia repetida?

Es sabido - y sobre todo luego de este Mundial- que la historia del fútbol tiende a ser circular. El gol de Lampard que pagó cuentas pendientes de Hurst, los enormes brazos de Luis Fabiano escondidos para el árbitro como la mano de Maradona y varias más. Pues bien, el encuentro que aproxima entre ambos cuadros europeos tiene un pequeño tufillo al que sostuvieron por el Grupo B en Inglaterra 1966.

España llegaba como campeona de la Eurocopa 1964 (como en esta ocasión) y presentaba en su alineación titular cinco jugadores que habían estado en el arranque de aquella final de Euro: Íribar, Zoco, Fuste, Lapetra, Marcelino y Amancio. Los germanos contaban con tres hombres de temer en su formación: Beckenbauer, Seeler y Overath.

Los españoles arrancaron mejor el encuentro. Jugando de una manera muy parecida a la de hoy, entre toque y toque iban desorientando a los panzers, que parecían hechos con la consigna del pelotazo y el despeje desprolijo. Es así que a los 22’, un gran pase por encima de la zaga germana fue recibido de manera genial por Jose María Fuste, quien, mientras el arquero salía, definió sutilmente con la punta.

Los alemanes apelaron a su historia y, tras un saque de banda, Lothar Emmerich le rompía el arco a José Íribar. Y para ratificar la historia, sobre los minutos finales aparecía Uwe Seeler para sellar el 2-1 a favor de los teutones. ¿Premonición?

Irrespetando al dueño

Tuvieron que pasar 16 años para que la ‘Furia Roja’ se enfrente otra vez a la Mannschaft. Los españoles hacían de locales en un Mundial por primera vez en su historia y llegaron a la segunda fase dando tumbos con tan solo una victoria y un empate.

Por su parte, los alemanes clasificaron al Mundial de forma perfecta: solo victorias. Ya en tierras españolas, sufrieron una derrota ante Argelia; Chile pagó los platos rotos y pactaron bajo la mesa con Austria en el recordado 'Pacto de Molinón', el partido más vergonzoso de la historia de la Copa.

Era la segunda fecha del grupo B de aquella fase (en la primera Alemania e Inglaterra habían empatado 0-0) y el partido resultaba casi definitorio para ambos equipos. Destacaban en el once alemán el portero Schumacher, Breitner y Rummenigge. Como dato curioso, Felix Magath andaba en la banca. De España se puede resaltar a José Antonio Camacho integrando la zaga de los locales.

El encuentro fue un monólogo alemán. Como en los tiempos de guerra, los alemanes llegaron por aire, tierra y, si hubiera sido posible, agua. Entonces a nadie le sorprendió cuando Pierre Littbarski aprovecho un rebote del meta español e inauguro la cuenta. Alargó distancias Klaus Fischer luego de una gran jugada colectiva -parecida a muchas del actual Mundial-, y Jesús Zamora puso el orgullo local de un testarazo furibundo muy a lo Messi en la final de la Champions 2008-2009.

Tablas en Chicago

Luego de 12 años, España volvía a enfrentar a Alemania en un Mundial con ganas de revancha. Los teutones llegaban a Estados Unidos 1994 como campeones vigentes, mientras que la ‘Furia’ había luchado palmo a palmo su clasificación con Irlanda y Dinamarca. Ambos equipos fueron ubicados en el Grupo C. En la primera fecha, los teutones habían raspado una victoria ante Bolivia, mientras que los rojos empataron 2-2 con la irrespetuosa Corea del Sur.

En aquella selección española saltan a la vista los nombres de 'Pep' Guardiola, Fernando Hierro y Luis Enrique. Por Alemania sacaban la cara Andreas Brehme, Matthias Sammer, Stefan Effenberg, Jürgen Klinsmann y el inacabable Lothar Matthaeus. Un equipazo.

El cotejo comenzó bastante parejo. Existía un equilibrio mayor entre estas selecciones a pesar que los teutones siempre serían favoritos por su historia. Antes del cuarto de hora de juego, Andoni Goikoetxea anotó un gol que parecía marca registrada del Mundial: sacó un centro desde la derecha que se coló en el ángulo del palo supuestamente protegido por Bodo Illgner.

Tras ello, los dirigidos por Javier Clemente cometieron el error de esperar a los germanos y los panzers se los agradecieron ni bien comenzado el segundo tiempo. Una falta cobrada por Effenberg desde el mismo lugar de donde salió el gol español fue aprovechada por Jürgen Klinsmann con un cabezazo contra el piso para decretar el empate. El mejor resultado español ante alemanes en materia mundialista. Hasta ahora.

Foto: cnn.com

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