• POR TODO LO ALTO. El zaguero marfiles Didier Zokora se eleva y con testarazo logra despejar el esférico ante la presencia de un sorprendido Choe Kum Chol (Foto: AP)
  • PATA, PATA. Peculiar celebración de Salomon Kalou con Gervinho. El jugador del Chelsea FC se encargó de marcar el tercer y definitivo tanto en la goleada ante Corea del Norte (Foto: AP)
  • CASI, CASI. En la imagen, Aruna Dindane y Seydou Doumbia estuvieron cerca de batir la valla de Ri Myong-Guk. Ambos jugadores marfileños ingresaron en la segunda mitad en busca de estirar diferencias ante la escuadra asiática (Foto: AP)
  • SE LE PASÓ. El portero Ri Myong-Guk no calcula bien y el balón pasa de largo ante la atenta mirada Ji Yun-Nam (8) (Foto: AP)
  • DESDE FUERA DEL ÁREA. Al no poder lastimar el fondo marfileño, los norcoreanos intentaron con los remates de larga distancia. En la imagen, Choe Kum Chol saca el remate ante la presencia de Didier Zokora y Kolo Touré (Foto: REUTERS)
  • ALEGRÍA, PESE A TODO. Tras el tanto de Kalou, el banco de suplentes no perdió la alegría y pese a saberse eliminados de la cita mundialista festajaron a mas no poder el tercer gol marfiles (Foto: REUTERS)
  • KALOU - WANTAN. Momento exacto en el que Salomón Kalou anota el tercer tanto marfileño. Al jugador del Chelsea solo le basto un cuarto de hora en el terreno de juego para hacerse presente en el marcador (Foto: REUTERS)
  • FALTO EL SUYO. Drogba sufre la marca de Park Chol-Jin ante la salida de un tiro de equina. El jugador emblema de Costa de Marfil no pudo hacerse presente en el marcador pero se constituyó en uno de los pilares del triunfo ante la escuadra asiática (Foto: AP)
  • MARCA Y ATACA. El capitán marfileño, Didier Drogba, no sólo se encargó de causar zozbra en el área asiática sino también de neutralizar la salida de los defensores. En la imagen, se encuentra al acecho de Ji Yun-Nam (8), ante la pasiva presencia de Hong Yong-Jo (10) (Foto: AP)
  • LLEGÓ HASTA EL FONDO. Emmanuel Eboué en una de sus contantes arremetidas sobre la banda derecha. En la imagen, el lateral marfileño logró enviar un centro rasante al área asiática ante la marca de Hong Yong-Jo (Foto: AP)

 

La frecuencia: DirecTV

Con la narración de Juan Furlanich y los comentarios del ex golero internacional venezolano Rafael Dudamel llegó la transmisión desde Nelspruit. Estuvieron acertados en la nomenclatura de los jugadores norcoreanos, aunque por lo demás se limitaron a transmitir con ligera emoción. Estuvieron críticos con los norcoreanos, que actuaron en forma demasiado pasiva. Como siempre bien las cámaras, claves para determinar que un disparo marfileño chocó en el larguero y de ahí rebotó fuera, así como también para presenciar el animado público y sobre todo la hinchada de los 'Elefantes', vestida de naranja y con peculiares coreografías.

La pizarra: Balanza inclinada

Eriksson mandó a la cancha todo su arsenal para buscar la proeza. El mal partido de sus laterales Demel y Tiéne frente a Brasil fue castigado con la salida de ambos de la oncena titular; por ellos bajó Eboué a la derecha e ingresó Boka por el otro flanco, con bastante proyección. Romaric, el mejor del partido, también fue de la partida, al igual que Gervinho, quien había mostrado cosas interesantes en los dos primeros encuentros. El tridente ofensivo lo completaban Keita y Drogba; el delantero del Chelsea fue el eje por donde pasaron todos los ataques africanos. Todos ellos formaban un claro 4-3-3. Por otro lado, desde el arranque Corea del Norte mostró una actitud reprochable: traumados por la goleada recibida frente a Portugal, sus hombres no quisieron arriesgar y Kim Jong-Hun mandó un conservador 5-4-1, con cambios funcionales y ninguno nominal del partido frente a los lusos -más tampoco tenían en la banca-. Sus laterales nunca subieron, y en la volante el capitán Hong Yong-Jo se mostró como el más peligroso. Arriba lo de Jong Tae-Se fue penoso: el ‘Rooney norcoreano’ fue el émulo de la peor versión del delantero inglés.

Los cambiazos: Ya para qué

Con el ataque estancado, Eriksson mandó a la cancha dos relevos para la ofensiva: Kalou, que marcó el tercer gol, y Keita, quien estuvo muy pobre de cara al arco rival. Con Portugal asegurando el empate, los marfileños se vieron ofuscados en busca de más goles y dejaron de acelerar para buscar una proeza que hubiera sido en vano. En los norcoreanos entró Choe Kum-Chol para buscar algún descuento y tuvo alguna ocasión, pero respondió seguro Barry. De más era hacer algún cambio adicional, y el ingreso de Doumbia quedó en la nada pues apenas participó. En la única que lo hizo, cayó en fuera de juego.

El capo: Romaric

Se ganó la titularidad demostrando símiles virtudes de las que se han podido ver en el Sevilla. Por derecha fue un generador de ataques, sobre todo en la primera parte; y dueño de las pelotas paradas, tuvo un disparo que remeció el palo de Ri Myong-Guk. Tras otro disparo al palo, esta vez de Drogba, alcanzó el rebote y de cabeza superó fácil la valla norcoreana. Se fue cambiado por Keita, sin que este demuestre mejor accionar.

El extraviado: Jong Tae-Se

La esperanza norcoreana quedó en la ilusión. Se le había visto potente disparo y buenas llegadas pese a jugar siempre solo en punta, pero hoy día estuvo nefasto. Remató sin precisión, y la más clara que tuvo no pudo definirla después de haber hecho lo más difícil, que era llevarse a Barry. Si bien la diferencia de goles de los asiáticos es abrumadora, el ‘Rooney norcoreano’ nunca pudo desteñirla a favor de su país.

Jailaits

Estampida ofensiva: Los elefantes de Eriksson salieron con las pilas puestas y en busca de avasallar el arco de Ri Myong-Guk. Un disparo de Romaric al palo, un gol anulado a Drogba, Gervinho intentando y el gol de Yayá Touré a los 14’ daban signos de que podía acabar el partido en escándalo.

Muralla fronteriza: Los marfileños siguieron atacando pero cayeron en imprecisiones por causa de su obsesión. Drogba quería su gol, y no buscaba compañeros. Pese a que llegó el segundo de Romaric a los 20’, los cinco zagueros asiáticos y Ri Myong-Guk empezaban a actuar de soldados de retaguardia.

Ellos fueron los ilusos: Portugal atacaba más que Brasil, y el 0-0 se olía desde Nelspruit hasta Durban. Ya resignados, los africanos bajaron revoluciones y su ilusión quedó en un simple intento que ya estaba lapidado contra Brasil. Los lusos fueron los que clasificaron, y Drogba y compañía se despidieron por la puerta de atrás.

Fotos: AP, Reuters

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