Foto: sme.skEslovaquia es la única selección debutante en Sudáfrica 2010. Pero por ello no deja de tener pasado mundialista, y glorioso: en 1962, Adolf Scherer, nacido en la ciudad eslovaca de Vrútky, le dio a Checoslovaquia el pase a la final del Mundial de Chile mediante su gol a Yugoslavia.

 

Cuando se recuerda el Mundial de 1962, sin duda alguna lo primero que se podría decir en un acto casi robótico sería que fue el Mundial de Brasil y de Garricha, una de las máximas figuras del torneo con su gambeta impredecible. Pero hubo otra selección que marcó la pauta junto con el 'Scratch' en torno al juego de conjunto: Checoslovaquia.

El conjunto de Rudolf Vytlacil demostró desde la primera fase que estaba destinado a llegar a instancias finales en la justa mundialista. Un empate 0-0 contra Brasil en la primera ronda y una portentosa victoria contra Hungría en los cuartos de final fueron sus credenciales para llegar a semifinales. Al frente no tenía una perita en dulce: era el poderoso seleccionado yugoslavo de Sekularak, Jerkovic y un largo etcétera.

De este cotejo llega el recuerdo del gol anotado en el minuto 87, por un jugador importante para la historia no tanto de la República Checa, heredera del legado futbolístico de la desaparecida Checoslovaquia. Más bien, aquel 13 de junio de 1962, brilló un jugador que hoy queda en los anales del fútbol de la única selección debutante en Sudáfrica 2010: Eslovaquia. Su nombre era Adolf Scherer, natural de la localidad de Vrútky, y quien en aquel Mundial de Chile sacó chapa de goleador para la posteridad.

Minuto 87

En una primera mitad muy disputada, donde ambas selecciones no pudieron sacarse ventajas debido a la solidez de las defensas y las intervenciones colosales de los arqueros, los técnicos para la segunda mitad apostaron por un juego mucho más vertical, lo cual se evidenció en el incremento de las llegadas de peligro en ambos arcos. Así, hacia los 70 minutos, el marcador señalaba la paridad 1-1 gracias a las anotaciones de Kadraba (Checoslovaquia) y Jerković (Yugoslavia). 

Con el transcurrir de los minutos, el agotamiento físico se apoderaba ya de los 22 protagonistas, quienes comenzaban a ser imprecisos con el balón. A falta de 10' para el término del partido y en medio del cansancio, apareció la figura de Adolf Scherer para desnivelar el marcador. Primero lo hizo vía un contragolpe y luego, a los 87 minutos de juego, selló el pase checoslovaco a la final mediante un tiro penal correctamente ejecutado luego de que el juez suizo Dienst sancionara una mano del defensa yugoslavo Ante Marković dentro del área. Scherer ejecutó la falta con un derechazo que colocó el balón a una distancia imposible para el guardameta Šoškić, quien no atinó siquiera a tirarse ante la velocidad del disparo.

Los dos goles anotados en esa tarde junto con la anotación que le hizo a Hungría en cuartos de final le valieron a Scherer para convertirse en el goleador de su equipo en el Mundial chileno. A lo largo de su carrera, disputó 36 cotejos con la selección de Checoslovaquia, y convirtió 22 goles; esa cifra lo convierte en el jugador eslovaco con más tantos anotados con la camiseta del fenecido país. Por eso, si está inquieto por el debut de Eslovaquia en el Mundial que se avecina, descuide: existe un referente para el equipo y se apellida Scherer.

Foto: sme.sk

Video: YouTube

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