Foto: smh.com.auAustralia se acostumbra a ir a mundiales. Y si llega a Sudáfrica con más credenciales que antes, es sobre todo por un gol marcado a los 79' en la última Copa del Mundo: aquel remate a boca de jarro del 'Mago' Harry Kewell que eliminó a Croacia y clasificó a los socceroos a octavos.

 

La selección australiana pintaba como la cenicienta del Mundial Alemania 2006. Sin embargo los oceánicos, tenían en el banquillo a un genial técnico: Guus Hiddink quien ostentaba como principal logro el haber metido a Corea del Sur a semifinales en el 2002. En su retorno a la Copa del Mundo luego de 22 años, curiosamente también -como en su primera experiencia- en tierras teutonas, los socceroos tenían cómo creer.

La tarde del 22 de junio, los 50 mil espectadores que abarrotaron el Gottlieb-Daimler-Stadion de Stuttgart pudieron apreciar otra nueva hazaña del DT holandés. Los 'canguros' escribieron su propia historia al clasificar por mérito propio a octavos de final, a 11 minutos de la culminación del juego y gracias a los botines mágicos de un tal Harry, que no fue Potter pero sí Kewell.

Minuto 79

Tras haber vencido a Japón en la primera jornada y caído ante Brasil en la segunda, los australianos necesitaban solo un punto para acceder a octavos de final. Pero apenas a 2’ de iniciado el compromiso, les cayó como un baldazo de agua helada el gol de Darijo Srna, quien tras ejecutar magistralmente un tiro libre los enviaba de regreso a casa. Pero los nervios no traicionaron a los de Hiddink y estos fueron a buscar el empate con las mismas ganas de siempre; lo consiguieron luego de una mano de Tomas dentro del área, para que Moore cambiara penal por gol.

Tras el descanso, Croacia despertó y, mediante un remate débil y aparentemente sin peligro que envió Nico Kovac, sumado a la complicidad de Kalac, otra vez puso a Australia a remar en contra de la corriente. Los minutos pasaban y el gol no llegaba; Guus y la fanaticada australiana aguardaban el milagro. Entonces, solo entonces, apareció Harry Kewell. Como salido de un sombrero, el ‘Mago de Oz’ se convirtió en el hombre del partido y logró el gol más importante en la historia del fútbol australiano. El entonces jugador del Liverpool recogió cerca del segundo parante un pivoteo de John Aloisi, y sin pensarlo la empalmó para batir a Stive Pletikosa con un disparo rasante y cruzado, imposible de atajar. Corrían 79 minutos y Australia estaba en octavos.

El 'Mago', elegido tres veces mejor jugador de Oceanía, tenía entonces como galardón mas importante el haber conquistado la Champions 2004-05 con el Liverpool, club en el que militó hasta 2008 para luego defender los colores del Galatasaray turco, en el que milita hasta la fecha. Hoy, a los 31 años de edad, espera sumar en Sudáfrica más cifras a los 13 goles que ha celebrado con camiseta de los socceroos. Y, quién sabe, gritar alguno tanto o más como en aquella noche de Stuttgart que él volvió mágica para el país más grande del quinto continente.

Foto: smh.com.au

Comentarios ( 0)add
Escribir comentario
quote
bold
italicize
underline
strike
url
image
quote
quote

busy