Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comEl Mordovia Arena es la pesadilla de los sudamericanos. Una irreconocible Colombia mordió el polvo y cayó sin argumento alguno por 1-2 ante un Japón ordenado en defensa y eficiente en ataque.

Adrián Cabrejo | @adriancabp
Director periodístico

Desde Rusia

Saransk fue tomada nuevamente por una hinchada sudamericana. Primero fueron los peruanos, y ahora les tocó a los hinchas colombianos que se desplazaron en masa hasta la República de Mordovia para alentar a su selección. Lamentablemente, la plaza parece estar maldita para los conjuntos del sur del Nuevo Mundo.

Pero si Perú quizá mereció algo más ante Dinamarca, lo de Colombia ante Japón no dejó dudas por su pobre desempeño colectivo e individual. Los nipones se encontraron rápido con un penal que no solo acabó en el gol que convirtió Shinji Kagawa, sino que también generó la expulsión de Carlos Sánchez por meter la mano en la jugada previa.

Colombia se topó así con un escenario que no esperaba: en desventaja numérica y con el marcador en contra a los 6 minutos. Japón entendió que el partido se presentaba perfecto para esperar, cortar y buscar la contra con jugadores como Kagawa, Takashi Inui y Yuya Osako, todos bastante rápidos y con gol.

La expulsión de Carlos Sánchez hizo muy difícil el panorama para Colombia. Penal y gol japonés marcaron el camino después. (Foto: FIFA) 

Los japoneses controlaron tan bien el encuentro que cualquier intento colombiano era cortado de inmediato. El equipo de José Néstor Pekerman solo tenía dos caminos: el balón detenido y el remate de media distancia. Así fue como llegó el empate transitorio gracias a una genialidad de Juan Fernando Quintero. El mediocampista de River Plate ejecutó un tiro libre por abajo de la barrera y venció la resistencia de Eiji Kawashima.

Se pensó que el tanto de Quintero le daría a Colombia el empuje necesario para superar a Japón en el segundo tiempo, pero sucedió todo lo contrario. Los asiáticos salieron con todo, dominaron el encuentro, ganaron las divididas e incluso se dieron el lujo de desperdiciar ocasiones de gol ante un David Ospina que fue figura en los primeros 15 minutos del complemento.

Por eso no sorprendió cuando Osako marcó el segundo tras superar por arriba a toda la defensa colombiana. Incluso el ariete nipón se había perdido una clara en la jugada anterior. Ni el ingreso de James Rodríguez cambió el curso del partido: Japón dominó a placer e impuso su juego, ante la sorpresa de los miles de hinchas colombianos que poblaron Saransk con sus camisetas amarillas.

Takashi Inui tuvo a mal traer el desempeño de Santiago Arias. (Foto: FIFA) 

Si bien la expulsión de Sánchez condicionó mucho a Colombia, que tuvo que bregar por la remontada con un jugador menos desde el minuto 3, eso no justifica la alarmante falta de ideas que mostró el equipo de Pékerman. Japón leyó bien el partido y se llevó una histórica victoria, la primera de un seleccionado asiático sobre uno de Conmebol en Copas del Mundo, totalmente merecida.

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Fotos: FIFA


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