Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comAustralia sueña con superar la fase de grupos por segunda ocasión en su historia. Para conseguirlo los Socceroos todavía apelan a la experiencia del veterano Tim Cahill y de un grupo de jugadores que intenta dejar atrás los fantasmas del pobre recambio generacional.

Adrián Cabrejo | @adriancabp
Director periodístico

Lejos queda el Mundial de Alemania 2006 cuando la Australia dirigida por el gran Guus Hiddink hizo sufrir hasta el final a Italia. Era un equipazo conformado por varios de los mejores futbolistas australianos de la historia. En ese equipo se encontraban jugadores como Mark Schawarzer, Tony Popovic, Brett Emerton, Archie Thompson, Mark Viduka, Harry Kewell y, por supuesto, Tim Cahill.

El caudillo que sobrevive

Fue Tim Cahill el que tomó la bandera cuando los jugadores mencionados optaron por el retiro. No solo fue el capitán y líder de Australia, también fue el jugador que anotó los dos goles con los que su selección superó a Siria en la repesca asiática. Si con Ange Postecoglou fue capitán y figura, con Bert van Marwijk la ecuación no parece tan clara.

Hoy Cahill, con 38 años a cuestas, quema sus últimos cartuchos en el Milwall de la Segunda División inglesa, equipo con el que apenas sumó 63 minutos en 10 partidos. Los números son claros. Quizás por eso Van Marwijk apenas lo puso 27 minutos en el amistoso que acabó empatado sin goles ante Colombia.

Es lo que hay

 

¿Pero por qué Australia todavía apuesta por jugadores como Tim Cahill? La respuesta es bastante simple: el recambio generacional no llegó con éxito a los Socceroos. A nivel Sub-20 los australianos llevan dos fracasos consecutivos en el proceso clasificatorio. En esta década solo clasificaron a los certámenes del 2011 y 2013, torneos en los que fueron eliminados en primera ronda. En la Sub-17 las cifras mejoran un poco, pero tampoco demasiado. Dos clasificaciones a octavos de final en 2011 y 2015, y dos fracasos al no clasificar en 2013 y 2017.

Con cuadros juveniles que no nutren adecuadamente a la selección absoluta, es complicado pensar que este combinado tendrá el brillo que alguna vez alcanzó. Por eso no llama la atención que en la lista preliminar apenas se encuentren cinco jugadores que sobrepasan la barrera de los 50 partidos con su selección (Tim Cahill, 105; Mile Jedinak, 75; Mark Milligan, 66; Robbie Kruse, 62; y Mathew Leckie, 51).

Tampoco sorprende que en la lista disminuya considerablemente la presencia de jugadores en ligas top. Si uno revisa la convocatoria de Guus Hiddink para Alemania 2006 notará que predominaban los nombres de futbolistas que militaban en Europa, principalmente en Inglaterra. En los siguientes dos mundiales esta tendencia cambió e incluso se descentralizó porque aparecieron jugadores en ligas de segundo y tercer orden en Europa, también otros que militaban en el torneo local o en otras ligas asociadas a la AFC como la árabe, la japonesa y la surcoreana.

Canguro Bert

 

Si bien el presente de la selección australiana no es el mejor, eso no lo hace un rival débil. La base convocada por Bert Van Marwijk fue la que ganó la Copa Asiática de Naciones el 2015. Tampoco se debe subestimar que el grueso de sus jugadores llega con bastante continuidad en sus respectivos equipos.

Es cierto que hoy no tienen un jugador representativo y fácilmente identificable en cualquier lugar del mundo por su trascendencia en una liga top, y que a primera vista puede parecer el combinado más accesible del Grupo C, pero a no confiarse. Tim Cahill y compañía van por la sorpresa.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: AFP, socceroos.com.au


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