Minuto 52: Laudrup total

Una de las principales sorpresas de México 1986 fue sin duda Dinamarca, selección debutante en los mundiales. Increíblemente ganaría los tres partidos de la fase de grupos, que tuvo como punto cúspide una apabullante goleada, tan dura como inesperada: un 6-1 a Uruguay. El equipo de Francescoli, Alzamendi y Ruben Paz, que volvía a la justa tras 12 años de ausencia, no pudo tener peor recibimiento.
En octavos de final, esa goleada sería vengada por un español: Emilio Butragueño, quien le endilgó cuatro goles a Dinamarca para propinarle un 5-1 que la dejó afuera del Mundial. Sin embargo, algunos nombres ya se habían instalado en la mente del hincha cuales figuritas emblemáticas: el goleador Preben-Eljeaker Larsen, Morten Olsen, Soren Lerby y, sobre todo, el inigualable cerebro llamado Michael Laudrup.
Minuto 52
Aquel 8 de junio, en el estadio Neza 86, los daneses empezarían castigando el arco de Alvez con goles de Elkjaer-Larsen y Lerby. Antes de ir a vestuarios, descontó de penal Francescoli y nadie presuponía una goleada. Pero a los 52', apenas iniciado el complemento, vendría el golazo de Laudrup, que desató la hecatombe.
Tras dos centros que habían transitado por el área celeste sin que la pelota toque el piso, la jugada en sí empezó con un pase de Lerby para que Michael empiece su obra majestuosa. Encaró y dejó parado a charrúa le venía. Siempre por el lado izquierdo, dejó de lado al defensa Víctor Diogo y al guardameta Fernando Álvez sobre el final para definir de zurda. Un verdadero golazo. A partir de ese momento, los uruguayos denotaron cansancio y se rindieron ante el juego vertical de Dinamarca, que selló el histórico 6-1 con dos goles más de Elkjaer-Larsen y uno de Olsen.
Laudrup, el maestro de Copenhague, fue un cultor del buen juego. Con la '10' en su espalda, fue un centrocampista de una técnica exquisita y con una clara vocación ofensiva. Su preclara creatividad le valió para siempre inventar nuevas jugadas, como el de mirar hacia un lado y enviar la pelota hacía otro. Salido de las canteras del KB de su ciudad natal y luego del Bröndby, sus buenas actuaciones le permitieron emigrar a Italia para jugar por la Lazio y la Juventus.
El día que cumplió 18 años debutó con la selección nacional absoluta de Dinamarca en un partido oficial. Luego lo reclutaría el Barcelona y ahí se consagró como leyenda en el 'Dream Team' donde había otros de clase como Ronald Koeman, Romario y Hristo Stoichkov. Un saldo de una Copa de Europa en 1992 y cuatro ligas consecutivas con el conjunto culé harían que fuera parte de las fijaciones del enemigo íntimo del equipo catalán: Real Madrid. Se marchó al Santiago Bernabéu y allí lograría una Liga, desatando pasiones encontradas en España. Tras pasar por el fútbol japonés, regresaría a Europa para retirarse en el Ajax de Amsterdam. Pero donde más lo quieren, donde nunca lo pusieron en tela de juicio, es en Dinamarca; el golazo a Uruguay explica en buena medida por qué.
Foto: revista El Gráfico Argentina

La goleada ante Uruguay, fue el segundo partido que jugaron. Debe estar entre las tres mejores demostraciones de futbol que vi en los Mundiales (tengo recuerdos viendolos desde 1978); me acuerdo la transmision de Panamericana con la narracion de Martinez Morosini y los comentarios de El Veco que se deshacia en elogios para con los daneses.