Foto: revista El Gráfico ArgentinaEl Uruguay que brilló en los cincuenta tuvo un líder indiscutible: Obdulio Varela, el llamado 'Negro Jefe', quien marcaría su último gol en Mundiales frente a Inglaterra. Fue también el último encuentro que disputó en las Copas del Mundo, de las que él se marchó invicto.

 

El elenco uruguayo llegaba invicto al mundial de Suiza después de dos participaciones con sendos triunfos. El capitán de aquel grandioso elenco charrúa era Obdulio Varela, más conocido como ‘El Negro Jefe’. Cuatro años atrás, el mundo había sido testigo del nacimiento de la garra uruguaya gracias al liderazgo de Obdulio. No obstante, era un jugador regular técnicamente: tampoco poseía un gran biotipo ni mucha velocidad, para hacerse respetar solo bastaba con sus gestos o acciones y sus compañeros de equipo sabían que no bastaba con dar el 100%, sino que había que poner un extra.

Pero Obdulio también era un caballero dentro del campo. Cuenta una anécdota que mientras jugaba por Peñarol ante Nacional, su compañero Montaño recibió una patada desleal y el árbitro pitó una simple falta. ‘El Negro Jefe’ se acercó muy disgustado al árbitro y le dijo: “Señor juez, si alguno de mis futbolistas llega a dar una patada como la que aquel señor acaba de dar, le ruego que lo expulse, porque en mi equipo un jugador que pega así no merece seguir en la cancha”. Al final del histórico 'Maracanazo' tuvo otro gesto para enmarcar: el ídolo uruguayo no festejó y se marchó a recorrer bares, triste por los vencidos y consolando a varios aficionados cariocas. Nunca fue parte de una celebración por aquella Copa ganada.

Así, Varela, con sus grandes antecedentes y el respeto del mundo futbolero, llegaba al Mundial helvético en el epílogo de su carrera: con 37 años encima, buscaba repetir la gesta de Brasil, donde había sido figura indiscutible. 

Minuto 39

Sábado 26 de junio de 1954. En el estadio St. Jakob Park en Basilea ante un marco de aproximadamente 35,000 espectadores, Uruguay se enfrentaba ante Inglaterra por los Cuartos de Final del Mundial de Suiza. El conjunto inglés tenía como principales figuras a su capitán Billy Wright y a Sir Stanley Matthews. El elenco celeste había adelantado con gol de Carlos Borges y Nathaniel Lofthouse puso la paridad.

La ventaja para Uruguay, nuevamente, llegaría a los 39’ cuando Obdulio Varela tomó la lanza y fue sobre campo inglés; intentó asistir a Óscar Míguez -quien años más tarde jugaría en Sporting Cristal-, pero el balón chocó en Jimmy Dickinson. Tras el rebote, el esférico volvió al ‘Negro Jefe’, quien con un derechazo desde el borde del área batió al arquero Gilbert Merrick. Para festejarlo, Varela dio un saltito inolvidable, puño en alto en el medio del área británica, como se nota en la foto superior y en el video.

Después, el desenlace del juego es conocido, Juan Schiaffino estiró la cuenta, Tom Finney descontó y Javier Ambrois cerró el encuentro para los uruguayos. El dos veces campeón del mundo perdería el invicto en semifinales ante la avasalladora selección húngara en el alargue por 4-2. Curiosamente, ese encuentro no lo jugó Obdulio Varela, quien quedó muy lesionado y agotado tras el intenso choque ante Inglaterra; por lo tanto, el gran capitán charrúa siempre se mantuvo como invicto en su periplo por los Mundiales.

Después del Mundial en Suiza, ‘El Negro Jefe’ se retiró en 1955 sin mucho reconocimiento, pues estaba peleado con la Asociación Uruguaya de Fútbol y terminó viviendo en la pobreza  junto a su mujer. Obdulio Varela murió en 1996 y los chimpunes que uso en el Maracaná y la mítica camiseta número '5' se guardan en la casa de los sucesores de aquellos dirigentes que él tanto despreció: la sede de la AUF. Demasiadas historias se han escrito sobre él, pero ninguna superará la que él le escribió al fútbol sudamericano y mundial.

Foto: revista El Gráfico Argentina

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