Composición fotográfica: Víctor Sierra / DeChalaca.comBrasil exhibió sus asombrosos movimientos ofensivos y estuvo cerca de la goleada. No obstante, el escueto 3-2 sobre Rumania obedeció no solo a yerros en el toque final, sino serias falencias defensivas de la 'Canarinha'.
Lenin Auris | @Lenin_Auris
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Rumania arribó al partido con posibilidades matemáticas de clasificar debido al triunfo en la jornada anterior frente a Checoslovaquia, y avalado además por una destacable presentación en la derrota con Inglaterra. La lentitud que había mostrado en la salida con balón la sabe compensar con pases precisos y se notó cohesión entre sus jugadores al accionar sus líneas. La tarea era complicada en extremo ante Brasil, que demostró de su ataque no solo equilibra su defensa y es letal, sino que brinda alegría con un concierto de toque en primera, improntas e improvisaciones que hacen crecer el amor y la pasión por el fútbol.

El silbatazo inicial de Ferdinand Marschall desató la magia brasileña. Se dio así inicio a los toques y asistencias entre Pelé y Tostao, las veloces diagonales y potentes disparos de Paulo César, las subidas por izquierda de Everaldo, la habilidad y las fintas de Jairzinho y la gran potencia y el recorrido de Clodoaldo. Gracias a ese delicioso mejunje, arribaron dos tantos antes de los 20 minutos y parecía que la orquesta aseguraría la victoria el finalizar el primer tiempo.

Sin embargo, Rumania mantuvo cierto orden en salida a pesar del avallasamiento brasileño. Y sin tener la intensidad ofensiva del rival, comenzó a poner en aprietos a Félix. Así, una combinación de errores entre Brito y Carlos Alberto permitió a Emerich Dembrovski gritar el descuento. Este sorpresivo gol no desconcentró al ataque brasileño, pues el primer tiempo bajó el telón tras dos disparos a los palos rumanos; eso acentuaba el sinsabor de que el oponente, con poco, se hubiera puesto cerca  del empate.

Gerson a la disputa del balón con Dumitrache. El talentoso mediapunta tuvo que contribuir a la marca. (Foto: Pinterest) 

El inicio del complemento mostró una mejora en la volante y el ataque rumanos, pues con facilidad ambas líneas cruzaban hasta la mitad del campo brasileño; pero allí mismo se nublaban y sus ataques perdían peligro. El gol de Pelé pareció reenrumbar el partido hacia el control de Brasil, pero las proyecciones por derecha de Ludovico Satmareanu, el empuje de Dembrovski para fabricar algunas opciones de gol y el aporte del ingresado golero Necula Radinacu para salvar un mano a mano frente a Tostao mantuvieron la balanza estable. Brasil dominó y llegó, pero no estiró diferencias y el descuento de Florea Dumitrache estrechó aún más el marcador final.

Lo resaltante del encuentro, en realidad, fue que los dirigidos por Mário Zagallo  expusieron su talón de Aquiles: evidentes descoordinaciones defensivas. Ni Brito ni Wilson Piazza aportan garantía al arco de Félix. Incluso, Carlos Alberto, indiscutible estandarte en sus proyecciones por la banda derecha, se muestra contagiado en su rol de marca por la confusión de su zaga. Este factor lo deberá aprovechar Perú el domingo 14 en el Jalisco para tentar una histórica clasificación a las semifinales del Mundial.

Los Goles

Composición fotográfica: Víctor Sierra / DeChalaca.com
Fotos: Pinterest


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La ficha del Brasil 3 - Rumania 2

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