Minuto 93: El primero de los extra

Francia llegaba a la segunda Copa del Mundo como una selección experimentada después de participar en Uruguay 1930 y contando en sus filas con Lucien Laurent, el anotador del primer gol en la historia de los Mundiales. Por su lado, Austria asistía a este evento con su generación dorada, liderada en el banco por el mítico Hugo Meisl, quien había inculcado en el equipo el toque rápido con el cual se mantuvo invicto en 14 partidos en 1931-1932 y se volvió el primer europeo en vencer a Escocia en un partido oficial.
Siendo la selección de moda en Europa, das Wunderteam llegaba como favorito a su primer Mundial y reposaba sus esperanzas goleadoras en su capitán Matthias Sindelar, el ‘Mozart del fútbol’ o der Papierene (‘el hombre de papel’, por su delgada contextura).
Llegó el 27 de Mayo de 1934 y ambas selecciones se vieron las caras ante aproximadamente 20 000 espectadores en el estadio Benito Mussolini de Turín. Francia se puso adelante con un gol de Jean Nicolas a los 18’ pero el marcador fue igualado por der Papierene un minuto antes del final de la primera etapa. En el complemento el score no se movió y, por primera vez en una Copa del Mundo, el partido tuvo que irse a la prórroga para decidir al vencedor.
En el tiempo suplementario, no fue Sindelar el que se encargó de desequilibrar el encuentro, sino el rápido y talentoso Toni Schall quien batió el arco de Alex Thépot a los 93’ para encaminar a su selección hacia los cuartos de final y entrar en las páginas de historia del fútbol mundial como el anotador del primer gol en una prórroga mundialista. En el segundo tiempo extra, Josef Bican se encargaría de liquidar el partido al minuto 109 antes de que Georges Verriest anotara de penal a los 116 para establecer el 3-2 final.
Tras este triunfo, das Wunderteam eliminaría a Hungría en cuartos de final y sería derrotado por la selección anfitriona en semifinales -con un gol polémico de Guaita- antes de concluir su participación en el torneo con una derrota por 3 a 2 en el partido por el tercer lugar frente a Alemania.
Dos años después, ya con otro equipo pero con el mismo Hugo Meisl en el banquillo, Austria conseguiría la medalla de plata en Berlín -luego del polémico desenlace de su llave frente a Perú- antes de ser anexada por la Alemania nazi en 1938 y no volver a ser protagonista hasta Suiza 1954, Mundial en el que obtendría el tercer lugar, su mejor participación hasta la fecha.
Foto: cueroytacos.com, ole.com.ar
