Minuto 44: Puntillazo al cerrojo
En su debut como anfitrión en 1962, Chile derrotó a Suiza y comenzó a escribir la mejor campaña mundialista de su historia. El triunfo lo abrió quien sería la gran figura roja en aquel torneo: Leonel Sánchez.
Conoce el gramado y lo recorre, como buscando un espacio que se le haga familiar. A los 26 años de edad, Leonel Sánchez sabe de memoria qué lugares le acomodan mejor. Es figura de la Universidad de Chile -el 'Ballet Azul' de la época- y ha pisado antes el campo de Ñuñoa para anotar buena parte de los 89 goles que hasta entonces lleva con la camiseta de sus amores, además del título de 1959. El Nacional de Santiago lo presiente, le inyecta adrenalina al ritmo del “Chi-chi-chi-le-le-lé” y Sánchez asume esa responsabilidad en silencio. Camina dos pasos y se coloca al medio del campo.
Los otros dos rivales del grupo, Italia y Alemania, pintan fuertes. Y Suiza no se queda atrás: Wuethrich, apenas comenzado el encuentro, anota un golazo con tiro imposible para Escuti y el Nacional queda en silencio. Los europeos, encima, son ese día los de rojo producto de la similitud de uniformes, y Chile viste una extraña camiseta blanca.
Pero a Sánchez eso no le pesa: centro desde la izquierda cuando apenas falta un minuto para el final del primer tiempo. Él llega a la carrera y de modo fantasmal se mete entre los centrales. El balón no cae al suelo y él le pega de lleno al arco de Charly Elsener. Empate, algarabía en las cuatro tribunas y 'Tito' Fouilloux que se queda atrapado entre las redes, de modo parecido a la escena que años más tarde en Estados Unidos 1994 protagonizaría el nigeriano Rashidi Yekini ante Bulgaria, para expresar su júbilo por el gol. Puños en alto y carrera loca de Sánchez: la cosa está 1-1 a los 44', justo antes del descanso.
Más tarde, sería una jugada suya la que encontraría habilitado a Jaime Ramírez para el segundo tanto, y un nuevo aporte personal tras culminar una jugada colectiva sellaría el 3-1 con que Chile vence a Suiza para empezar el camino hacia su mejor participación en la historia de los mundiales. Quedará tercera tras vencer en ese mismo escenario a Yugoslavia por 1-0, con gol agónico de Sánchez, quien así será el máximo goleador de ese Mundial junto a otras leyendas como Vavá, Garrincha y el mítico Florian Albert de Hungría. Después vendrán, a partir de nuevas hazañas en esa cancha, cinco títulos más con la 'U' y 70 tantos más con chompa azul. Pero el mejor pedazo de su gloria personal había tenido ese 30 de mayo de 1962 un principio.
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Recorte: revista Gol y Gol; Video: Youtube / Usuario: Nummy Nor
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