Minuto 23: Su única marca
Los Mundiales definen momentos en la carrera de los jugadores. Diego Maradona en México 1986 comenzó a ser considerado el mejor de la historia. Su exquisito rendimiento en cuartos de final y semifinales había llevado a la Argentina a la final de la Copa del Mundo. Diego anotó cuatro goles en esos dos partidos y se comenzaron a oír las voces que señalaban que ese equipo era “Maradona y diez más”.
Así, con esa supuesta -o explícita en la práctica- "Maradonadependencia", salió el equipo de Carlos Salvador Bilardo a la cancha del estadio Azteca. En los once elegidos, con el número ‘5’ en la espalda, estaba José Luis Brown. Tenía ya once años jugando al fútbol y recién en ese milagroso 1986 le había llegado la oportunidad con la albiceleste. Es más, se llegó a enterar el mismo día del debut contra Corea del Sur que sería titular pues Daniel Pasarella no se había recuperado del todo.
Todo pasó muy rápido para Brown y seis partidos después se encontraba saliendo a la cancha para jugar la final ante Alemania. Argentina salió con más ganas de llevarse el triunfo, orquestados por el ‘10’ que también tenía la cinta de capitán. Sin embargo, no había forma de pasar por encima a esos guerreros alemanes. El partido había que lucharlo. Una de esas luchas acabó con un tiro libre a favor de los albicelestes en el sector derecho de la cancha. Se paró en la pelota Jorge Burruchaga y sacó un centro alto, muy pasado. Harald Schumacher salió apurado, pero sus propios defensas le impidieron llegar más lejos. El ‘Tata’ Brown veía como la pelota llegaba y, al frente suyo, se encontraba Diego entre él y el arquero. Aprovechó a su compañero, se apoyó en su espalda y saltó con violencia. Su frente encontró el balón y fue suficiente.
Brown corrió hacia la esquina opuesta de donde había llegado el centro y se derrumbó. Lo abrazaron Batista, Maradona, Valdano, todos. Su primer y único gol con la selección argentina llegaba en el momento preciso, cuando todo el mundo estaba pendiente de ese partido de fútbol. Luego llegaría el 2-0 de Valdano, el empate alemán gracias a Rummenige y Voller que serviría de poco cuando ‘Burru’ finalmente anotara el gol de la victoria. Igual, el primero de todos en esa final, el que se adelantó y se elevó más que los demás fue el ‘Tata’, el tapadito, el que a sus 30 años no tenía idea que iba a ser titular en el Mundial.
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El otro minuto 23: el gol de Maniche (Portugal) a Holanda en 2006
Foto: AFP