Foto: AFPEn Sudáfrica 2010, Holanda volvió a una final mundialista tras 32 años luego de vencer a Uruguay en un partido extremadamente luchado. Giovanni van Bronckhorst, con un golazo, señaló el camino de la victoria para la ‘Oranje’.

 

En 2010, Holanda llegó nuevamente a una semifinal mundialista luego de su última aparición en esta instancia en 1998, en la que cayó derrotada frente a Brasil. Otra vez frente a una nación sudamericana, la ‘Naranja Mecánica’ buscaba, esta vez sí, conseguir el pase a la tercera final de su historia.

Así, frente a 62,479 espectadores en el Cape Town Stadium, las dos selecciones más aguerridas de esa Copa del Mundo se vieron las caras para definir su cita con la historia. Como uno de los principales protagonistas, Giovanni van Bronckhorst sabía que ese era su penúltimo partido como profesional y tenía toda la intención de asegurar que el último fuera en el Soccer City de Johannesburgo.

 


 

Como buen capitán, el incansable y recorrido ‘Gio’ se puso el equipo al hombro y abrió la cuenta con un espectacular golazo antes de los 20 minutos de juego. Tras recibir un pase corto de Demy De Zeeuw, Van Bronckhorst ubicó el esférico a un par de metros suyo con el primer toque y, en su segundo contacto con la pelota, pegó un zurdazo imparable que se elevó para colarse irremediablemente en la esquina superior izquierda del arco de Fernando Muslera.

Este gol entró en la historia como uno de los mejores tantos anotados en Mundiales y señaló el camino de la victoria para la Oranje, que terminó imponiéndose 3-2 en un encuentro memorable. De esta manera, Giovanni van Bronckhorst, nacido de padres indonesios, logró cumplir su sueño de jugar en una final de Copa del Mundo que, más allá de la derrota de la ‘Oranje’ contra España, marcó el punto más alto de su carrera como futbolista.

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Foto: AFP

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