Minuto 120: El último pincelazo

DeChalaca regresa con su sección de Minutos Mundialistas que día a día irán recordando lo poco que falta para el Mundial de Brasil 2014. Para este Mundial, hemos añadido del minuto 91 al 120 ya que las prórrogas también han formado parte importante de la historia de los Mundiales. En realidad el gol escogidofue a los 121’+, pero nos tomamos la licencia porque es el gol más tardío de los Mundiales, en el último minuto.
Minuto 119 y segundos. Alemania ataca con insistencia en busca del empate que pueda forzar los penales. Hace apenas unos segundos, Fabio Grosso marcó el gol de Italia en un hueco imposible y celebró rememorando a Marco Tardelli en España 1982, último título italiano hasta el momento. La perseverancia alemana es rota por Fabio Cannavaro, de excepcional actuación en el Mundial, que sale como una lanza hacia campo teutón. En el camino Il Capitano choca con Francesco Totti que decide encargarse de la situación y manda un pase largo que encuentra Alberto Gilardino ante una zaga alemana disminuida. El reloj ya marca los 120’08’’. ¿Gilardino buscará quemar tiempo?
Las milésimas de segundo que en la cabeza de ‘El Violonista’ parecieron horas lo empujan hacia adelante, buscando el arco de Jens Lehmman. A Gilardino lo aguantan Christoph Metzelder. El delantero italiano encara en diagonal y a su espalda, como una centella, pasa Alex del Piero. El ‘Violonista’ con precisión de cirujano deja a ‘Pinturicchio’ solo ante Jens Lehmann. Y el tiempo se detiene. Del Piero observa la pelota, el arquero y el arco en cámara lenta. Por su cabeza pasan los goles de Karl-Heinz Reidle y Pedrag Mijatovic y el penal de Andriy Shevchenko que lo dejaron sin levantar la Champions League en 1997, 1998 y 2003. Aquel gol de David Trezeguet que le arrancó la Eurocopa 2000 en el último suspiro. Otra vez a un paso de la final. Al frente, la pelota, el arquero y el arco.
Al niño interior del italiano solo le interesa colocar la pelota en el arco, al adulto olvidarse de aquellos goles que los despiertan en pesadillas. Esta vez el grito será suyo. Niño y adulto inclinan el cuerpo hacia la izquierda y con el interior del botín derecho la colocan imposible para Lehmann. Gol. Golazo. Golazo. Golazo. El ‘7’ italiano corre con la alegría del niño y la determinación del adulto. Está hecho. Italia llega a la final y el resto es historia conocida. El cabezazo de Zinedine Zidane y el penal final de Grosso se llevaran todos los flashes, pero la alegría más grande será de aquel hombre que pudo vencer sus fantasmas de la mejor manera: colocando la pelota en el ángulo.
Foto: theepochtimes.com; Video: Youtube / Usuario zh3iikozO
