Minuto 109: Magia suplementaria

Minuto 109. Las 37 mil almas presentes en el Stade de La Pontaise vibraban con uno de los mejores partidos del mundial Suiza 1954. En la cancha, Hungría y Uruguay desplegaban el sudor por la clasificación a la última instancia del certamen: ambos protagonizaban una reñida llave de semifinales que se extendió hasta el tiempo suplementario tras el 2-2 que se selló en el tiempo regular. Aquella selección magiar, plagada de notables jugadores que tenían como el gran líder a Ferenc Puskás, había cumplido una campaña arrolladora en el Mundial y venía de eliminar nada menos que a Brasil. No obstante, su rival, la selección charrúa, lo puso en aprietos: tras ir cayendo 2-0, fue capaz de igualar el partido antes de los 90' gracias a los dos goles de nuestro conocido Juan Eduardo Hohberg.
Fue entonces que el partido adoptó otros ribetes. Y también que empezó a derribar al equipo que tenía los galones puestos. Uruguay, desde que se inició la disputa de los mundiales, jamás había perdido en esta clase de torneos. Aquel 30 de junio de 1954, sin embargo, por primera vez se sintió como una selección más. Inclusive, la celeste echó de menos a su capitán Obdulio Varela, quien no alineó desde el vamos en este compromiso. Todo ello, pues, permitió que Hungría empezara a mandar en los suplementarios y que mantenga su racha auspiciosa en el Mundial.
Y fue así como entró en escena Sandor Kocsis, atacante que por ese entonces brillaba en el Budapest Honvéd FC y que generó la primera huella negativa en la historia del fútbol charrúa: apareció en el Minuto 109, cuando el delantero se elevó tras un centro al corazón del área y simplemente batió de cabeza a Roque Gastón Máspoli. Su tanto desniveló la balanza con el 3-2 que, minutos más tarde, y con una Uruguay jugada, se selló con el sufrido 4-2 para los magiares con otro tanto suyo. Hungría se metió a la final de Suiza 1954 en un partido inovidable que significó la primera derrota mundialista de la selección uruguaya, y también el viejo Stade de La Pontaise observó los últimos goles de Kocsis en dicha justa, de la que se convirtió el máximo artillero con once anotaciones.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
