Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comUn reconocimiento a Alejandro Sabella, el técnico que le devolvió la seriedad a la selección argentina y que en tres años, levantó un muerto eliminado en cuartos de final de su propia Copa América hasta volverlo subcampeón del mundo.

 

No hubo conferencia para confirmarlo. "Puedo decir que oficialmente Sabella es el nuevo DT de la selección", dijo en declaraciones al paso Grondona al inicio de agosto de 2011. Fue parco Grondona. Y es que es serio Sabella.

Por eso, al inicio de su ciclo, fue a su presentación con buzo y polo. Vestimenta de trabajo. "Esperemos hacerlo con humildad, dignidad y generosidad. Siempre pensando en el bien común, en el consenso y en el disenso". Humildad. En la selección argentina. Es serio Sabella. 

Por eso, acumuló méritos desde el inicio. En un equipo plagado de egos, rótulos grandilocuentes y pechos hinchados, él hizo jugar siempre a los que -dicho en argentino- laburaron más. Por eso Romero, Rojo, Biglia, Enzo Pérez. Porque él además priorizó rendimientos consolidados en el exterior -Campagnaro, Ricky Álvarez- o funcionalidades comprobadas -Basanta para la altura- a nombres localmente efectistas, como los del centenar de convocados domésticos de Maradona. Sabella sí ve fútbol internacional. Es serio Sabella.

Sabella levantó la Argentina eliminada en su propia casa ante Uruguay en octavos de final hasta volverla una que supo, al fin, sacarle máximo provecho a Messi. (Foto: Reuters)El argentino fue, bajo su mando, un equipo, pues, de buzo y polo. Que encontró una alineación una noche de Eliminatorias en Barranquilla, pero una sin nombres: una en la que existía una manera de jugar, un orden que podría respetarse más allá de los actores. De aquella jornada, cinco futbolistas repitieron presencia en la final del 'Maracaná': Romero, Zabaleta, Mascherano, Messi e Higuaín. Ellos formaron una columna vertebral, como la que tiene cualquier equipo serio. Es serio Sabella.

Además, ese esquema permitió labrar algunos méritos tácticos. Primero, y el más importante, que se encontró un equipo para hacer jugar a Messi. No uno que necesariamente jugaba en función de él, pero que sí le permitía ser él. Uno en el que 'Lio' pasó de ser un paria con su selección, acusado por medio mundo de no esforzarse igual con la camiseta y sembrando polarizaciones en debates al estilo Claudio Pizarro con Perú, a otro en el que puede espetársele que no haya aparecido en toda su dimensión en un partido como la final, pero en el que absolutamente nadie se atreve a cuestionar su presencia. Es consecuencia del trabajo inteligente de Sabella. El primer técnico argentino que supo, en más de diez años, sacarle provecho al hecho de tener al mejor del mundo en su selección. Es serio Sabella.

Segundo, él recibió un equipo con jugadores de presencia muy cuestionada. Como Romero en el arco, como Rojo atrás, como Lavezzi arriba, por citar a los acaso más controvertidos tras el papelón de la Copa América con Batista. El técnico regular, promedio, no se hace problemas y borra gente. Pero los tres terminaron, sobre la base de trabajo, convertidos en destacados de la final del Mundial. ¿Cómo lo consigues? Con constancia, que no es lo mismo que terquedad. Con funcionalidad táctica, que no es lo mismo que un acomodo ad hoc. Con un plan serio. Es serio Sabella.

La charla técnica de un técnico serio para un equipo serio. (Foto: Reuters)Tercero, que Argentina era un equipo desequilibrado desde 2011: con muchas figuras del medio para adelante y con ninguna del medio para atrás. Que mantuvo ese estigma por buen tiempo y que vio a su prensa, como en algún momento hizo la peruana, inventar el concepto de "cuatro fantásticos" para sostener su fe en el equipo. Países mesianistas los nuestros, que preferirán siempre al parecer endiosar individuos antes que colectivos. Mientras tanto, Sabella trabajaba con su línea de fondo. La afinaba. Corregía errores. Tardó. Llegó al Mundial y, en la instancia decisiva, la defensa respondió. Sin goles ante Suiza. Sin goles ante Bélgica. Sin goles ante Holanda. Por siete minutos sin goles en la final. Con Zabaleta como bastión de experiencia, se volvió una defensa eficiente, sólida, seria. Es serio Sabella.

Así, con ese estilo, la Argentina de las declaraciones altisonantes de Maradona y Batista se volvió un equipo que hablaba más en la cancha que fuera de ella. Como su técnico, al que para arrancarle una declaración de más de cien caracteres hubo que inventarle enfermedades o hasta una cuenta de Twitter fake. Porque es demasiado serio Sabella.

Es tan serio que antes de ser subcampeón del mundo, hizo que su entorno cercano deslizara que no continuaría, como corresponde a alguien que se desenvuelve al margen de los resultados. Algo extraño en estos tiempos. Pero él hace la distinta. Es que es serio Sabella.

No es Guardiola, ni Mourinho. Es bilardista pero no es Bilardo. Es trabajador, laburante. Es serio Sabella.

Es serio Sabella. Saludos a Sabella, subcampeón del mundo.

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com

Fotos: Reuters

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