Debut y doblete. Luis Suárez demostró su pasta de '9' y sin misericordia empezó a cavar las esperanzas de Inglaterra al anotar los tantos del 2-1 que dejan al equipo de Hogson en la cola.

 

El fútbol se reencontró con sus raíces durante 90' en Sao Paulo. Los que volvieron deporte al juego más hermoso del mundo, los ingleses, se enfrentaban a quienes lo dominaron primero mundialmente, los uruguayos. Fue así que la historia reencontraba a dos selecciones que no habían jugado entre sí en dos ocasiones: la Fase de Grupos de Inglaterra 1966, en Wembley, con empate a cero; y los Cuartos de Final de Suiza 1954 en que Uruguay venció 4-2 en el Saint Jakob de Basilea. Dos viejos conocidos, pues, se veían las caras para dejar a su rival en la zona roja, encomendándose de cara al gol a dos actuales conocidos, la dupla de Liverpool: Suárez y Sturridge.

El inicio del partido marcaba un claro 4-línea-2 de Uruguay con Cristian Rodríguez y Álvaro González por las franjas, mientras que Nicolás Lodeiro acompañaba a Egidio Arévalo Ríos como medio interior. En ataque, Luis Suárez y Edinson Cavani. La estrategia del maestro Tabárez, sin Forlán en campo, era maniatar la salida inglesa con el 'Cebolla' y González apretando a sus laterales, Glen Johnson y Leighton Baines, mientras que Luis Suárez y Edison Cavani se alternaban entre ellos para tapar el primer pase a Steven Gerrard. Así el balón les quedaba a Gary Cahill y Phil Jagielka para dividir el esférico. El plan de Tabárez le entregó el control de partido a Uruguay y la decisión de su ritmo a medida que Inglaterra apresuraba la transición.
Mucho le costó a Inglaterra cerrar sus ocasiones frente al arco de Fernando Muslera, al menos hasta que Wayne Rooney marcó su primer gol en los mundiales (Foto: AFP)
Roy Hodgson esperaba con su 4-2-3-1 un encuentro de salidas largas y elaboración en corto de su equipo, luego de ver a una Uruguay en bajísimo nivel y partida en dos ante Costa Rica. Este duelo, no obstante la manipulación uruguaya, tuvo matices celestes y albos. Cuando Inglaterra quebraba la presión, encontraba figuras interiores para aprovechar. En ese sentido, quienes tuvieron más trabajo fueron Egidio Arévalo Ríos y Nicolás Lodeiro, quienes en el primer tiempo no la pasaron bien, debido la amplitud a fondo que planteaba Inglaterra y los descolocó con circulación y asociación. Si bien Inglaterra mostraba mayor volumen y mejor distribución en ataque, gracias a la correcta lectura sin balón de Danny Welbeck y Raheem Sterling, no concretaba peligro real y constante en el arco de Fernando Muslera. Fue, entonces, en el mejor momento de el equipo británico que Luis Suárez, quien parece tener todas las medidas necesarias del área en relación al arco, apareció a los 38' para cambiarle de palo a Joe Hart con un cabezazo y mandar a Uruguay con la ventaja al descanso.

La segunda parte afirmó dos posturas. Uruguay, replegado, apelando a la solidaridad, la asociación de relevos para neutralizar, la velocidad de transición con más fondo (balón inmediato a Suárez o Cavani) que forma (precisión, dinámica y volumen). Inglaterra, en cambio, copando el ancho del terreno, desplegado cuando la transición era de primera línea en adelante, profundo y relativamente claro para rupturas con balón. Buscando asociación y dejando a Rooney más cerca del área rival, evitando al Wayne de Manchester que participa desde la salida hasta la finalización para que no sea presa fácil del Egidio Arévalo Ríos. En este caso era mejor esperar con perspicacia que llegar sin sorpresa.
El regreso de Luis Suárez a las canchas no pudo tener mejor final que el segundo gol de su cuenta para que Uruguay recupere el paso en el Mundial (Foto: AFP)
Fue por ello que Inglaterra forzó a Uruguay a una defensa que relevaba y no recuperaba. Con la espalda a 15 metros máximo de Fernando Muslera. Pedía indirectamente oxígeno para salir del ahogo inglés. Óscar Tabárez envía a Stuani y Fucile para soportar más lejos de Muslera; si bien estos cambios entregaron recorrido fresco, no influyeron en el trámite del partido. Fue tanta la insistencia de Inglaterra y tanto el riesgo al que se vio expuesto Uruguay que un error de coordinación en la línea de fondo charrúa le dejó el balón a Rooney a boca de jarro para anotar el empate a los 78'. El público inglés deliraba en las tribunas del Arena Corinthians y volvía a poner la otra mano en el Mundial. Sin embargo y hablando de manos, el héroe más odiado de Liverpool en esos momentos, Luis Suárez, con instinto de cazador esperaba con cabeza fría y corazón caliente mientras celebraba el país que lo ha hecho uno de los mejores 9 del mundo. En silencio, 'Luisito' apareció nuevamente libre en el área de Inglaterra en una jugada polémica en la que estaría en off side, pero como ese no es el error de Suárez, el crack uruguayo brilló en el área con esos dientes gigantes y los mostró furioso apretándolos para fusilar a Joe Hart y darle tres puntazos a la celeste, además de una estocada durísimo para Inglaterra, Liverpool incluido.

Fotos: AFP

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