Suiza - Ecuador: En el dolor, hermanos
Antonio Valencia salió como una bala por el sector derecho de la cancha cuando quedaban apenas segundos de juego. El volante del Manchester United había aparecido entre poco y nada en el terreno de juego. El protagonista ecuatoriano estaba en la otra banda: Jefferson Montero tuvo locos una y otra vez a los defensas suizos. Stephan Lichsteiner no encontraba como detener a ese menudo futbolista con el ‘7’ en la espalda que salía por aquí, por acá y por allá también. Montero era lo mejor del equipo de Reinaldo Rueda, Valencia era la cara más baja de los norteños. Por eso, con la energía que le quedaba, salió decidido con el balón, dispuesto a llegar hasta el arco de Diego Benaglio.
Valon Behrami vio cómo Valencia se escapaba por el sector derecho y encendió las alertas. Sabía que el volante derecho podía crear mucho peligro con tanto espacio y no estaba dispuesto a entregar la derrota. No había sido su mejor partido, como tampoco de la mayoría del mediocampo de Suiza. Valentin Stocker y Granit Xhaka estuvieron desaparecidos todo el tiempo que ocuparon un espacio en el campo de juego y lo del cuadro helvético pasaba por cada vez que Gokhan Inler encontraba a Xherdan Shaquiri y este encaraba para buscar espacios en una sólida zaga ecuatoriana. Alexander Domínguez se encontraba bien protegido por lo que solo los misiles de larga distancia buscaban inquietarlo. La jugada más peligrosa de los europeos había sido el empate de Admir Mehmedi, permitido por las licencias de los ecuatorianos que eligieron el peor momento para dejar la solidez y permitir que cabecee solo. Había luchado Honduras por el empate, Behrami no iba a dejar que se les escapara al final.
Ricardo Rodríguez vio cómo Behrami recuperaba el balón en su área ante un amague de Joao Rojas e inició una larga carrera. Rodríguez sentía que, de alguna manera, tenía que reivindicar a sus compañeros de zaga. Él había realizado una buena labor controlando a Antonio Valencia, pero a todos les escapó Enner cuando Ecuador abrió la cuenta. Nadie tomó bien al delantero y el otro Valencia cabeceó solo ante Benaglio. Era la última jugada y la oportunidad perfecta para hacer olvidar ese error. Rodríguez corrió la misma banda que Antonio Valencia había cruzado hace un rato a la espera del balón. Le llegó de parte de Shaquiri y cruzó el centro donde no había nadie pero pronto estaría Haris Seferovic. Suficiente para el 2-1 y los tres puntos.
¿Mucho castigo para Ecuador? Quizá. Los norteños habían hecho suficientes méritos -o igual cantidad de deméritos que los suizos- para quedarse con al menos un punto. A este redactor le cuesta ponerse empático tras recordar el dolor de un gol que el ‘Tin’ Delgado anotó en el Monumental en el último minuto hace ya 13 años. Perú lo pagó en Eliminatorias y a los vecinos del norte les tocó pagar en el Mundial. Un dolor más grande seguramente. Un dolor que les puede costar llegar a octavos. Perdieron casi todo en un descuido de último minuto. Acá suena tan conocido.
Foto: AFP
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