Nigeria venció 1-0 a Bosnia y la eliminó. El elenco balcánico anduvo ausente de ideas y carácter para luchar la clasificación hasta el final.

 

Cuiabá tendría uno de los partidos más flojos del Mundial. La valla en Brasil se ha puesto muy alta. No premia la especulación ni la falta de carácter. Por ello en el Arena Pantanal el castigado fue Bosnia y Herzegovina; el premiado por sus intenciones más que ejecuciones, Nigeria. Fuera de las deficiencias, el partido regaló ráfagas de emoción y dos actuaciones destacadas, la de Emenike y Enyeama. De punta a punta, el arquero y el atacante de Nigeria fueron los mejores de la cancha. En Bosnia, en cambio, Edin Dzeko decepcionó aunque lo salve que su selección haya mostrado tan poco en ataque pese a contar con Misimovic y Pjanic.

Nigeria paró un 4-1-4-1 bastante flexible sobre el campo. En posición defensiva, Onazi quedaba de cabeza de área, dejando a Odemwingie, Mikel, Babatunde y Musa en línea, estos cuatro con buenos recorridos para relevar, sobre todo de los Odemwingie y Musa que iban por los lados. En ataque quedaba Emenike. Único punta pero no por ello única referencia de área. El gran primer tiempo del '9' nigeriano permitió que las el resto del equipo llegue y encuentre espacios en la irregular zaga rival conformada por Spahic y Sunjic, que bajó bastante las revoluciones en la marca respecto al partido ante Argentina, sino no se explica la endeble manera de cubrir el balón del capitán Spahic ante Emenike, que culminó en pase del '9' y gol del '8', Odemwingie quien pisó con astucia el área creyendo en la capacidad de su compañero para ganar ese balón que parecía perdido. A los 29', entonces, Nigeria se ponía adelante y dejaba afuera a Bosnia y Herzegovina.
Bosnia se preocupó más en cuidarse de Nigeria que en buscar variantes para hacerle daño a los africanos (Foto: AFP)
El once dirigido por Susic tenía una virtud clara con la posesión y a partir de ello pudo construir su juego. El sistema bosnio fue 4-2-3-1 con Pjanic, Misimovic y Hajrovic detrás de Dzeko. Estos tres hilvanaron jugadas por dentro con claridad, encontrando incluso profundidad en un par de ocasiones para alimentar a Edin Dzeko. En una de ellas el jugador de Manchester City anotó en posición lícita pero el segundo asistente Mark Rule levató el banderín para anular el tanto. Pese al error, Bosnia continuó con esa opción para atacar, solitaria y sin ser potenciada, pues los laterales Lulix y Mudjza no subían a apoyar con amplitud o distracción. Sobre el final, el técnico Susic terminó por desaparecer lo mejor que tuvo Bosnia en el partido, pues mandó a Ibisevic para obligarle al juego aéreo con las dos torres.

Las ideas quedaron anuladas y Nigeria se dedicó a despejar cuanto pudo por arriba, porque había sido destruida su mayor preocupación. Igual no fue suficiente la tentación de enviar balones aéreos, pues la volante bosnia no sentía ello, le costó y sólo sobre el final acudieron a ello con una Nigeria totalmente replegada. Ahí encontró su opción más clara, Bosnia, debido a una gran recepción con el pecho de Edin Dzeko en el área, perfecta media vuelta, pero remate algo débil que Enyeama igual termina despejando con el por cuando parecía vencido. Finalmente, el vencido fue Bosnia y Herzegovina en su primer Mundial. Eliminado por no haber gastado más en buscar los partidos, quedó en decepción lo que pudo ser promesa en este grupo débil.

Foto: AFP

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